Los pisos turísticos resucitan y agudizan la escasez del alquiler
►Los precios rozan máximos por los cambios regulatorios y el desplome de la oferta
El camino que iniciaron las viviendas turísticas hacia el alquiler tras el estallido de la pandemia en 2020 ha resultado ser de ida y vuelta. Cientos de propietarios están recuperando el uso turístico de sus apartamentos ante el regreso de los viajeros extranjeros, lo que ha disparado las pernoctaciones un 320% durante la primavera y ha recrudecido aún más la falta de oferta disponible del alquiler residencial.
«No solo se recupera, sino que se está produciendo un trasvase en regiones como Madrid, Canarias, Baleares y Cataluña», destaca el director del servicio de estudios de Pisos.com, Ferran Font. En su opinión, esta ‘fuga’ hacia el alquiler turístico explica, junto a la inestabilidad jurídica desatada por la ley de vivienda y la limitación de los precios, la caída de la oferta de viviendas disponibles producida en los últimos meses. «En algunas regiones, la caída del ‘stock’ del último año alcanza el 40%, lo que presiona aún más los precios», abunda Font.
Fuentes de Idealista admiten esta caída de la oferta y aseguran que el trasvase hacia los pisos turísticos «se inició hace ya un año», pero ha sido en los últimos meses «cuando se ha acelerado». Además de la recuperación turística, desde el portal también hacen referencia al «miedo por un posible cambio de política monetaria del Banco Central Europeo».
La actividad de los apartamentos vacacionales cayó en desgracia con la irrupción de la pandemia. Tanto las reservas como el número de huéspedes se desplomaron por los confinamientos y las fuertes restricciones a los viajeros. En el verano de 2021 se vivió cierto resurgir, pero no ha sido hasta la primavera cuando el sector ha dado el portazo definitivo a la crisis. Según las cifras del INE, en marzo las pernoctaciones en apartamentos turísticos aumentaron un 320,2%. Las de residentes subieron un 62,2%; las de no residentes, un 705,5%.
Según los datos de Transparent, empresa dedicada al análisis de datos del alquiler vacacional, las reservas de pisos turísticos se situaban en abril en Madrid un 24% por debajo de los parámetros de 2019. En el mismo mes de 2021, este porcentaje era el 66%. En Cataluña, la caída es del 26% (frente al -49% de 2021) y en Baleares el descenso ha pasado del 67% en abril de 2021 al 37% el mes pasado. En el archipiélago, de hecho, ya se han superado el número de ‘anfitriones’ prepandemia, según Transparent.
El presidente de la asociación de propietarios turísticos Madrid Aloja, Adolfo Merás, asegura que «los niveles de 2019 todavía están lejos y es difícil que regresen», pero también admite que «la oferta está creciendo con fuerza» y «algunas de las viviendas que se pasaron al residencial en 2020 están volviendo». No todas. Determinados propietarios se pasaron al alquiler a largo plazo y lo normal es que en la actualidad tengan contratos en vigor. «Donde se produce el trasvase es en aquellas viviendas que se pasaron al alquiler de temporada», que cuenta con plazos menores. puntualiza Merás.
Coto regulatorio
«Si se compara con los últimos cinco años la oferta no ha dejado de caer. La recuperación actual, además, va por barrios. Es cierto que en los archipiélagos y en zonas costeras está habiendo un trasvase de pisos hacia el uso turístico, pero en las zonas urbanas este se mantiene a la baja. Factores como el teletrabajo y la caída de los viajes de negocios han reducido la oferta de alojamiento en estos destinos cerca de un 20%», añade el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur), Tolo Gomila.
El resurgir de la vivienda turística no ha pasado inadvertido para la Administración, que está abriendo de nuevo el melón de la regulación de esta actividad. Tal y como informó este periódico, en Santiago de Compostela se debate la posibilidad de exigir una nueva licencia a estas viviendas tras una sentencia, mientras que en Palma de Mallorca se van a reforzar las inspecciones por el incremento de la oferta de esta actividad, que está prohibida en esta ciudad. Andalucía, por su parte, acaba de limitar las plazas de las viviendas turísticas a 15 y ha restringido el uso de las literas.
Mientras el debate sobre la oferta ilegal de apartamentos vacacionales se reabre, el ‘stock’ en el alquiler residencial se mantiene a la baja. Y esto, según coinciden todos los portales inmobiliarios, acerca de nuevo los precios del alquiler a máximos históricos. La recuperación turística complica aún más la ansiada moderación del mercado residencial.