PSOE y Podemos dejan que sean Bildu y ERC quienes anuncien el acuerdo para desbloquear la ley de Vivienda
muro de contención contra Bildu empezó a llenarse de grietas después de la repetición electoral de noviembre de 2019. Si después de las elecciones de abril el PSOE no quiso reunirse ni con Bildu ni con Vox, en noviembre Adriana Lastra, sí lo hace. Es la primera vez que el PSOE a nivel nacional se reúne con Bildu y realizan una fotografía después del encuentro.
El PSOE intentó quitarle importancia diciendo que se reunían con todos los grupos parlamentarios, también con Vox. Pero se asumía la normalización. Además, unos días antes, Chivite había incluido a Bildu en su ronda de negociaciones para sacar adelante los presupuestos de Navarra.
La pandemia lo naturaliza
En abril del 2020, Bildu ya es oficialmente socio de investidura del PSOE. Durante la pandemia se producen las primeras reuniones de dirigentes de Bildu con un presidente del Gobierno. Estas reuniones se naturalizan. Son de forma telemática. La primera reunión entre Pedro Sánchez y la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, tiene lugar el 17 de marzo de 2020.
En mayo de 2020, Bildu pacta con el PSOE y Unidas Podemos derogar «íntegramente» la reforma laboral del Partido Popular de 2012. Dicen que se debe hacer efectiva «antes de la finalización de las medidas extraordinarias en materia económica y laboral derivadas de la crisis originadas por el Covid-19».
Aunque finalmente la negociación no va a parar a ningún lado porque la frena la vicepresidenta Nadia Calviño, Bildu difunde un documento rubricado por Aizpurua y los portavoces del PSOE y de Unidas Podemos en el Congreso, Lastra y Pablo Echenique. «Las fuerzas políticas que suscriben este acuerdo se comprometen a derogar de manera íntegra la reforma laboral del año 2012 impulsada por el PP. La derogación deberá ser efectiva antes de la finalización de las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno en materia económica y laboral derivadas de la crisis originada por el Covid-19», se escribió en el texto.
La situación excepcional de la pandemia hace que Moncloa y los socialistas se planteen en el verano de 2020 la posibilidad de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado con PNV y Ciudadanos. Sin embargo, el exvicepresidente Iglesias se remanga y fuerza lo más rápido que puede una negociación con Bildu y ERC para que se aprueben con el que bautizó como «bloque progresista plurinacional» y no con la derecha. Los presupuestos terminaron saliendo adelante con los mimos apoyos que Sánchez tuvo en la investidura.
Pésame a un preso etarra
En septiembre de 2020, durante una intención en el Senado, el presidente del Gobierno lamentó «profundamente» la muerte del etarra preso Igor González Sola, vinculado al comando Amaiur de ETA y condenado en 2005 a 20 años. Según las investigaciones de entonces, se suicidó en la cárcel de Martutene, en San Sebastián.
En octubre de 2020, el PSOE vuelve a estampar su firma junto a Unidas Podemos y todos los partidos nacionalistas e independentistas del Congreso, incluido Bildu, en lo que llamaron «manifestó en favor de la democracia». El documento constituyó una respuesta del bloque de la investidura en réplica al discurso de Santiago Abascal como candidato de Vox en la moción de censura contra Sánchez. Lo firmaron PSOE, ERC, Junts per Catalunya, la CUP y EH Bildu. Además del PNV, BNG, Más País y Compromís.
Y hace un mes, el Gobierno de coalición llegó a un acuerdo para desbloquear la ley de vivienda en el Congreso, tras un año paralizada. Pero son el portavoz de Bildu, Oskar Matute, y la diputada de ERC, Pilar Vallugera, quienes lo anunciaron en rueda de prensa. Ni Podemos, ni PSOE.