Elena Tablada
Tras su final con el padre de su segunda hija, el empresario Javier Ungría, Elena Tablada se sobrepone a las circunstancias tirando de autoayuda y buenos consejos. No quiere guerras, pero todo apunta a que será en el juzgado donde se vean de nuevo las caras. — Superar un final de un proyecto de vida no es plato agradable para nadie. ¿Cómo lo lleva?
—En este momento te puedo asegurar que me encuentro muy serena y tranquila, reconozco que he pasado una época muy mala, pero gracias a Dios con ayuda de terapia profesional, lecturas y ejercicio en mí misma he conseguido llegar al momento actual.
— No es la primera vez que se separa. Ya lo vivió cuando se terminó su relación con el padre de su primera hija, el cantante David Bisbal. ¿La experiencia ayuda?
—Nada es igual en la vida ni nada se repite. No tengo la misma edad ni han sido las mismas condiciones. Ahora todo es muy diferente.
—¿ Tiene cosas de las que arrepentirse cuando hace examen de conciencia?
—Te aseguro que hago muchísima introspección y es algo que me trabajo a diario porque además de que me sienta bien me ayuda para ser feliz y hacer felices a cuantos me rodean.
—¿Y quedan ganas de volver a encontrar el amor?
— En este momento no quiero saber nada del amor. Vamos, es lo último y más lejano de mi cabeza. Hoy lo más importante soy yo porque tengo dos hijas y he comprendido que para que ellas estén bien yo debo estarlo conmigo misma.
—Aparte de la terapia qué personas han sido fundamentales para poder llorarles en el hombro.
—Tengo muchísima suerte con las amistades y familia que me arropan. Me he sentido ayudada y comprendida además de aconsejarme superbién y de ahí que esté tan agradecida.
—¿Cree que este final acabará en los juzgados o se podrán ahorrar los abogados?
—Lo más importante en este momento son mis hijas y no me gustaría terminar en los juzgados precisamente por nuestra niña.
—¿Cómo es la relación de las hermanas?
—Se quieren muchísimo.
—¿La han visto llorar en este tiempo?
— En alguna ocasión puede que me hayan visto l l orar porque al final me quedé sola en mi casa con dos niñas muchos días seguidos. En algunos momentos era difícil poder desahogarme sin que se diera cuenta.
—¿Se siente identificada con la letra que canta Shakira cuando dice ‘ las mujeres no lloran, las mujeres facturan’?
— Las rupturas han existido