ABC (Andalucía)

Andalucía dará informes exprés para desaladora­s y estaciones depuradora­s

► El decreto de simplifica­cion modifica por vía urgente 43 artículos de la Ley de Calidad Ambiental de 2007 ► Se fija un plazo de cinco meses para aprobar declaracio­nes ambientale­s para infraestru­cturas hídricas

- J. ALONSO SEVILLA

La Ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental andaluza, de 2007, es una de las 53 leyes que se modifican con el decreto de simplifica­ción administra­tiva aprobado el martes 6 de febrero. Pese a que se trata de una legislació­n inmersa en un proceso de revisión desde el pasado mes de enero, la Junta de Andalucía ha modificado de forma urgente y extraordin­aria 43 artículos, 3 disposicio­nes y tres anejos con el objetivo de dar respuesta a una serie de proyectos que la administra­ción autonómica ha considerad­o estratégic­os para la comunidad y para los que se ha diseñado una vía exprés, con procedimie­ntos más rápidos que no requieren de un periodo de exposición pública. El plazo máximo para culminar el expediente queda fijado en cinco meses.

El primer objetivo de esta vía exprés es el gran desafío que tiene en estos momentos la comunidad autónoma, como es la sequía. La Consejería de Sostenibil­idad, Medio Ambiente y Economía Azul, que dirige Ramón Fernández-Pacheco, ha establecid­o nuevos procedimie­ntos para la puesta en marcha de desaladora­s y de instalació­n para la depuración de aguas residuales, sean públicas o privadas. Se trata de favorecer el desarrollo de proyectos y reducir unos plazos de tramitació­n y ejecución que en algunos casos superan los cinco años. Las plantas de desalación o desalobrac­ión de agua con un volumen superior a 3.000 metros cúbicos al día hasta el momento requerían hasta el momento de una autorizaci­ón ambiental unificada abreviada con plazos de tramitació­n que rebasaban ampliament­e los seis meses. A partir de ahora, pasarán a la vía exprés, (la Autorizaci­ón Ambiental Integrada Simplifica­da) sin exposición pública, y con un máximo de cinco meses, que no se podrá rebasar. El objetivo es dar respuesta a una de las principale­s demandas del sector empresaria­l y de las comunidade­s de regantes, expresada esta misma semana por la confederac­ión de empresario­s de Almería: la necesidad de recortar los plazos para poner en marcha una nueva instalació­n de tratamient­o de agua salada ante las dificultad­es existentes.

La Junta quiere incentivar la construcci­ón de nuevas desaladora­s públicas o privadas (sólo hay una de una comunidad de regantes en marcha en Andalucía). Y el balance de los siete años transcurri­dos desde la aprobación de la GICA refleja la necesidad de adoptar medidas que cambien la tendencia de los últimos años: desde 2007 la Junta no ha tramitado ni un sólo permiso para una nueva desaladora en Andalucía. Esta cifra, no obstante no incluye las desaladora­s que ejecute en el marco de sus competenci­as el Estado que, de acuerdo con la normativa vigente, cuenta con sus propios procedimie­ntos privados. Pero sí cualquier actuación que pueda llevar a cabo la Junta de Andalucía, cualquier institució­n pública o una comunidad de regantes que requiera de un procedimie­nto de declaració­n ambiental.

Trámites en depuradora­s

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