La aguja de la catedral de Notre Dame vuelve a ser visible cinco años después del incendio
► Han comenzado a retirar los andamios, para su reapertura a finales de diciembre
paganda», ha escrito Marie Dominique Massoni, especialista emérita. Dicho de otro modo: los cafetos prostibularios convertidos en centros de escritura automática, surrealista. Entre el Cyrano y el ‘dancing’ Le Petit Jardin, Breton y los surrealistas desenterraron y relanzaron la obra siempre proscrita y luciferina del marqués de Sade. Un siglo más tarde, los antiguos cafés han desaparecido o se han transformado, con la aparición de tiendas de ‘sex toys’ especializadas en la venta de hierros y cadenas al gusto de la clientela masoquista.
A dos pasos de Moulin Rouge se encontraba la sala de cine Studio 28, donde se estrenó la obra maestra del cine surrealista, ‘L’Âge d’Or’, concebida por Luis Buñuel y Salvador Dalí, que llevaban años alternando en el mismo París prostibulario donde la fotografía de Man Ray desbrozaba nuevos territorios visuales y el cine de Jean Cocteau descubría territorios entre oníricos y carnales, cuando Abel Gance imaginaba un Napoleón poco surrealista pero bastante sorprendente.
Los surrealistas y el surrealismo aportaron a Pigalle un barniz cultural y cosmopolita que nunca había tenido ni volvería a tener.
A los dos años del nacimiento del surrealismo, Josephine Baker, cantante, bailarina, animadora, espía durante la ocupación nazi, abrió un cabaret propio, Chez Joséphine, en el número 40 de la rue Fontaine, junto al domicilio de Breton, que seguía oficiando de gran ‘ papa’ surrealista. Ese club nocturno fue una de las fuentes bautismales del jazz norteamericano en París y estuvo frecuentado ocasionalmente por Louis Amstrong, Hemingway, Picasso, entre otras muchas celebridades del arte y la cultura.
Tesoro nacional
Han pasado cien años… El 2017 salió a la venta, en subasta pública, el original manuscrito del ‘Manifiesto’ fundacional del surrealismo. El Gobierno francés actuó inmediatamente. Prohibió la salida de Francia de ese texto capital, calificado oficialmente de «tesoro nacional», preservado como tal en la Biblioteca Nacional de Francia (BNF).
El movimiento surrealista se propagó con una rapidez excepcional. Pronto aparecieron el surrealismo español, el surrealismo americano, el surrealismo norteamericano, entre muchos otros surrealismos. Entre todos los surrealismos de la escena mundial, el surrealismo belga tuvo una importancia particular. Y Bruselas es la primera capital que ha consagrado dos grandes exposiciones a la celebración del centenario surrealista.
Los Musées Royaux des Beaux-Arts de Belgique (MRAB) deben inaugurar, el próximo día 21 de este mismo mes, una gran exposición, concebida en colaboración con el Centre Pompidou de París, ‘Imagine...!’, con unas doscientas obras de creadores surrealistas franceses, belgas, italianos, alemanes, norteamericanos, de Max Ernst a Giorgio de Chirico, pasando par Salvador Dalí, Joan Miró, Jane Graverol, Dorothea Tanning, Man Ray, Leonor Fini, entre otros. Quizá está llamada a ser la gran exposición del centenario.
Como «complemento» a la magna exposición del MRAB, el Palais des Beaux-Arts (PdBA) de Bruselas presentará a final de mes una exposición nacional, ‘Histoire de ne pas rire. Le Surréalisme en Belgique’, con obra de los grandísimos maestros belgas, comenzando por Paul Delvaux y René Magritte. Palabras muy mayores.
En París, tras la colaboración del Pompidou en el proyecto del MRAB, el centenario del surrealismo comienza con una «inundación» de ediciones y reediciones de todo tipo, críticas, en libro de bolsillo, del «panteón» surrealista nacional, de las semillas fundacionales, Lautremont y Alfred Jarry, a todos los maestros del canon, André Breton, Louis Aragon, Paul Éluard, René Crevel, Antonin Artaud, Philippe Soupault, etcétera. Seguirán exposiciones y homenajes cinematográficos, con Luis Buñuel en primera fila. Se esperan retrospectivas y celebraciones particulares de ‘L’Âge d’Or’, ‘ Tierra sin pan’ y su filmografía mexicana.
Nacido en Pigalle, hace un siglo, el surrealismo se ha convertido cien años después en materia de conocimiento indispensable para pasar el Bachillerato francés. Entre las pruebas de este año figura en primer puesto la redacción de un análisis del ‘Manifiesto surrealista’. Esas semillas continúan dando frutos y sembrando nuevos territorios vírgenes.
Con el inicio de la retirada del gigantesco andamio que ha permitido reinstalar su legendaria aguja, comienza la cuenta atrás de la reapertura solemne de la catedral de Notre Dame, tras los cinco años de trabajos de reconstrucción que siguieron a su trágico incendio el 15 de abril de 2019.
En su día, el incendio de uno de los grandes monumentos fundacionales de nuestra civilización fue percibido como una tragedia nacional, europea, universal. Emmanuel Macron lanzó una promesa y anuncio solemne: Notre Dame estaría restaurada y abierta el público en un plazo de cinco años.
Los tres primeros años fueron un rosario de catástrofes, Covid incluido. Llegó a temerse un retraso grave. Durante los últimos dieciocho meses todavía estallaron polémicas sobre la restauración de vidrieras y otros «detalles» sensibles, como el futuro mobiliario de la nave central. Finalmente, los trabajos están entrando en su recta final. Ayer comenzó el desmantelamiento parcial y la retirada de los andamios que han permitido realizar los trabajos en el exterior de la catedral. Desde ahora ya es posible admirar de nuevo la gran aguja que remata la catedral. Una aguja cuya instalación comenzó a finales del año pasado. La aguja y el gallo de la flecha de la catedral han sido reconstruidos siguiendo el modelo concebido por Eugène ViolletLe-Duc, el gran arquitecto que realizó la reconstrucción del siglo XIX. Podrán admirarse definitivamente a lo largo de la primavera.
La reconstrucción de la catedral también ha sido una manifestación de fuerza y solidaridad nacional: los materiales, la tecnología, los equipos han sido siempre franceses… las maderas, piedras, vidrieras, etcétera, han respetado siempre esa condición impuesta desde la Jefatura del Estado. La reconstrucción de un histórico monumento nacional debía ser un homenaje a los materiales y saber hacer franceses.
Se espera que el desmantelamiento de los andamios haya podido terminarse completamente para los Juegos Olímpicos del 26 de julio al 11 de agosto próximos. Se espera, igualmente, que el público pueda comenzar a visitar algunas dependencias del interior de Notre Dame, para finales del verano que viene. Todavía estará lejos la reapertura solemne, con misa cantada por los coros de la Conferencia episcopal. Se tratará del esprint final, a la espera del próximo mes de diciembre.