Desde su debut en la absoluta tres años atrás, ha pasado a indiscutible, heroína del Mundial y mantiene la ambición para ganar la Nations y el oro olímpico

una selección que nos va a exigir mucho físicamente. Y, como te digo, un reto más que hay que superar y a por el que vamos a ir a por todas.

—¿Cómo están Alexia Putellas y Tere Abelleira, descartadas el pasado viernes?

—Están bien. Están entrenando con el grupo y pueden estar disponibles para esta lista. Estamos muy felices de que puedan sumar al equipo y de que tengamos a todas.

—¿Cómo es posible explicar los éxitos de esta selección con todo lo extradeportivo que ha ocurrido a su alrededor?

—Sabemos que hay mucho trabajo detrás, que venimos cada una en su respectivo club trabajando mucho. El nivel es cada vez es más alto y cada vez es más difícil estar aquí y entrar en la lista. Está claro que cuando consigues entrar, lo que quieres es llevar a tu país a lo más alto. Somos un grupo muy exigente y creo que eso nos ha llevado al éxito. Hace varios años igual nos faltaba un poco a nivel físico. Creo que hemos dado ese paso. Tenemos talento, tenemos técnica y tácticamente creo que también estamos muy bien trabajadas cada una en su club. Eso hace que seamos una gran selección.

—¿Cómo ve a Montse Tomé? ¿Qué ha cambiado desde que se encuentra en el banquillo?

—Estamos contentas. Los resultados están llegando. La idea de selección española es básicamente la misma, se mantiene igual. Sabemos a lo que queremos jugar, esa idea nos la han implantado desde categorías inferiores y la seguimos trabajando a nivel absoluto.

—¿Cómo era su relación con el exseleccionador Jorge Vilda?

—Una relación entrenador-jugadora. Sí que he sentido que él siempre ha confiado en mí y me ha dado oportunidades. Yo sí le estaré siempre agradecida de que me haya dado oportunidades.

—¿Qué ha cambiado en la Federación desde el Mundial y aquella cumbre de Oliva?

—Hemos visto mejoras notables. Creo que ya nos podemos centrar en el fútbol, que es lo que queremos. Estamos muy contentas por ello.

—Y en su vida personal, ¿qué ha cambiado después del gol en la final de la Copa del Mundo que le dio la victoria a España?

—Siempre lo digo. La gente ya me conoce porque seguramente me ha visto en muchos medios. Eso ha hecho que cuando salga a la calle la gente reconozca mi cara, me pare, me pueda pedir fotos. Y también a nivel de imagen, de marketing y todo eso. Siento que he crecido mucho, pero no me quiero quedar aquí. Quiero seguir ganando cosas tanto en mi club como en la selección y creo que esa debe ser la exigencia.

—Ante los Países Bajos se batió el récord de asistencia en un partido de la selección (21.856), aunque lejos de los 60.000 que supone el lleno en La Cartuja. ¿Qué hace falta para llenar un estadio importante?

—Se debe promocionar mucho cada partido. Es difícil llegar a una ‘final four’ de la Nations League, hay mucho nivel. Es de valorar toda la gente que se acercó el último día a La Cartuja. Igual no llegamos al lleno, pero esperamos y deseamos que en la final sí que nos acerquemos a una cifra importante de asistentes y que estén ahí apoyándonos.

—El partido vuelve a ser en Sevilla, su casa. ¿Cómo es jugar allí, cerca de su familia? ¿Se acuerda más de su padre cuando regresa allí?

—Sevilla es mi ciudad, es donde me he criado. Además, a nivel deportivo, todas las veces que hemos visitado La Cartuja hemos cosechado buenos resultados, cosa que como futbolistas y como personas con mucha superstición nos viene a favor. Y esperemos que sea así también el miércoles. Seguramente estará toda mi familia apoyándome, algo que para mí es muy importante. Evidentemente para mí es un plus estar ahí.

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—Su madre prefería para usted el flamenco antes que el fútbol. ¿Cómo le convenció para cambiar los tacones por los tacos?

—Insistí mucho. La insistencia hizo que mi madre al final aceptara que yo entrenase con mis hermanos. Ella está muy feliz de aquella decisión. Creo que he llegado muy lejos y ella se siente muy orgullosa de mí.

—Campeona del mundo, sexta en el último Balón de Oro, clasificada para unos Juegos Olímpicos, y todo ello a los 23 años. ¿Cuál es el techo de Olga Carmona?

—No me gusta establecerme ningún techo. El tiempo dirá. Ojalá pueda seguir trabajando de la misma forma, que me respeten las lesiones y que pueda seguir creciendo como lo estoy haciendo. Siento que cada día soy una jugadora mucho más fuerte, sobre todo a nivel mental. A nivel físico también estoy trabajando en ello. Espero seguir dando pasos y cada día ser mejor jugadora, que creo que es lo que todas buscamos.

Final de la Nations League «Francia es una selección muy potente. Tenemos muchas ganas de ver en qué nivel estamos»