Un legado artístico y natural en la provincia de Huelva
Dentro de la lista roja también se vigila el patrimonio natural, hasta el punto de que el Parque Nacional de Doñana se incluyó como amenazado en noviembre de 2007, tras 22 años de progresiva degradación. Su situación sigue en entredicho otros 14 años después, con una sequía provocada por la excesiva explotación del acuífero.
En ese mismo momento también se añadió al lince ibérico, si bien las últimas noticias abren la esperanza a la consolidación de la especie, a tenor de las 20 comunidades existentes de este animal salvaje en el país.
En el plano monumental, el compendio onubense evidencia el vandalismo continuado que sufren los dólmenes de los Gabrieles, en Valverde del Camino. El conjunto data del 2500-2200 a.C., pero no cuenta con protección específica. Empezaron a ser estudiados en 1974. Cincuenta años después, son pasto de las pintadas. «Había una calzada romana en mitad de un lugar sobre el que querían ampliar una carretera. Vinieron con las máquinas y la echaron a un lado», rememora con pesar.
Almería
La provincia almeriense es una de las que suma menos monumentos (11) a la lista roja, pero allí se enclava la adhesión más reciente. El 29 de febrero, el Comité Científico estimó que la Central hidroeléctrica de Bayarque, de 19101914, corría riesgo de derrumbe y desaparición por abandono y vandalismo.
Un dictamen similar guió la inclusión, en 2008, del Palacio de los Marqueses del Almanzora. La clasificación de tres colores surgió en 2007, por lo que la casa solariega es uno de los monumentos que lleva más tiempo esperando una intervención. Lo más flagrante es que está considerado como el edificio más representativo del neoclásico en Almería, y quedó inscrito en el catálogo general del Patrimonio Histórico Andaluz en 2006. Según Hispania Nostra, su estado es «lamentable, presentando un estado inicial de ruina con zonas puntuales de ruina media».
Cádiz
La asociación se enmarca a su vez en otra de ámbito supranacional como es Europa Nostra. En ese ámbito, en 2022 se editó la lista de «los siete monumen
tos y sitios patrimoniales más amenazados» del viejo continente. El único de España era el Palacio de Orleáns y Borbón, (s.XIX) de Sanlúcar de Barrameda. En 2024 sigue «al borde de la ruina total», con «problemas de desprendimiento» en los ornamentados techos de la parte noble.
«Había financiación para un proyecto de estudio. Contactamos con el Ayuntamiento y no quisieron atendernos. Luego hemos querido visitarlo y no nos han dejado. No sabemos qué está pasando ahí», recalca Enrique Bocanegra.
Córdoba
Para el experto, el mal estado del patrimonio no siempre se debe a la desidia administrativa. A menudo es fruto de la propia historia. La Invasión Napoleónica, las desamortizaciones o la Guerra Civil fueron demoledoras.
Lo atestigua el Convento de los Cinco Mártires de Marruecos, en la localidad cordobesa de Belalcázar, cuya iglesia fue duramente expoliada y quemada durante el conflicto armado. Pese a llevar en la lista roja desde diciembre de 2007 y en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz desde abril del siguiente año, la ruina lo sigue definiendo: su capilla plateresca se encuentra convertida en un gallinero y garaje de tractores
Sin embargo, el efecto ‘ lista roja’ sí consiguió que el también belalcazareño Castillo de los Sotomayor, con la torre del homenaje más alta de España (50 metros) quedara fuera de peligro.
Granada
Según Bocanegra, que la región roce los dos centenares de monumentos en la lista roja no es algo necesariamente negativo, más bien un síntoma de que «hay mucha gente vigilando» y de que los andaluces «no consienten que se hagan cosas con el patrimonio que eran normales hace 40 años».
Lo cierto es que Granada es la segunda provincia con más casos en peligro registrados. Tan sólo en Baza figuran 16, de los que destaca por tiempo (en lista desde 2008) y grado la Alcazaba.
Las edificaciones adosadas -algunas hasta ilegales pese al visto bueno municipal-, el hundimiento de parte de la
Más de la mitad de los monumentos en la cuerda floja se localizan en las provincias de Jaén y Granada
En la lista roja se incluyen casos en los que el proceso de recuperación ya está en marcha pero el deterioro aún no se ha revertido
Palacio de los Marqueses del Almanzora en Almanzora (Almería). Palacio de Orleáns y Borbón. Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Convento de los Cinco Mártires de Marruecos de Belalcázar (Córdoba).
Alcazaba de Baza (Granada). Dólmenes de los Gabrieles. Valverde del Camino (Huelva). Torre de la Dehesilla en Bélmez de la Moraleda ( Jaén). Cripta de Nuestra Señora de la Victoria. Málaga. Ermita de Castilleja de Talhara. Benacazón (Sevilla). muralla, o las torres venidas abajo son algunas señas del estado de este Bien de Interés Cultural de Andalucía (BIC) de origen árabe y medieval.
Jaén
El territorio con mayor número de monumentos en la cuerda floja es el jiennense, con 55. En ese sentido el delegado sevillano recuerda que se trata de la «provincia con más castillos de Europa» y que ocupa buena parte de la frontera de guerra entre cristianos y musulmanes en la época de Fernando III. «En esa tierra de nadie se van a levantar docenas de torres, castillos y construcciones militares» —muy presentes en la lista roja—, así como «ermitas e iglesias para la cristianización del territorio».
El último caso en entrar en la lista roja es precisamente una de esas atalayas defensivas, la Torre de la Dehesilla o del Sol, que formó parte del Castillo de Bélmez de la Moraleda, en la Sierra Mágina. Tiene consideración de BIC, pero está muy derruida.
Eso sí, Jaén es también la provincia con mayor trasvase a la lista verde. Como ejemplos: la Alcazaba de Alcalá la Real, ya recuperada, o el Castillo Nuevo de Bedmar, a punto de desligarse del concepto ruinoso.
Málaga
Las últimas inclusiones monumentales malagueñas son un ejemplo muy gráfico de la amplia tipología que recoge la lista roja de Hispania Nostra. Desde un edificio singular de patrimonio civil como la Casa del Doctor Cristóbal Jiménez Encina, en Monda, por la que llegó a pasar como paciente el Rey Alfonso XIII; a la Torre de la Ermita de Nuestra Señora de los Dolores (también en Monda); pasando por el Ingenio Azucarero de San Joaquín, que llegó a extenderse por una superficie de 37.000 metros cuadrados.
Aunque de la decena y media de casos, llama poderosamente la atención el estado en que se encuentra la cripta de uno de los templos principales de la capital, la Basílica, Real Santuario y Parroquia de Santa María de la Victoria y de la Merced, sede de la patrona. Una fuga de agua en el clausurado hospital Doctor Pascual provocó humedades que han forzado a desmontar gran parte de su rica ornamentación barroca.
Sevilla
Sí que conviene tener en cuenta que en cuestiones de patrimonio «el cortoplacismo no sirve de nada, es hasta contraproducente porque a menudo se hacen lavados de cara que apenas tienen utilidad», incide Bocanegra. Los procesos de recuperación pueden dilatarse «de 10 a 20 años» ante las distintas fases, licitaciones y búsquedas de financiación que entran en juego.
Por ello, se puede dar el caso de que un monumento figure en la lista roja y en cambio ya se estén tomando medidas. En Sevilla lo apreciamos en la Capilla de San José, que a través de un reciente convenio va a recibir más de 100.000 euros para devolver el lustre a sus pinturas murales; o en el astigitano Palacio de Peñaflor, para el que la Asociación Amigos de Écija acaba de solicitar el pase a la lista verde.
No corre la misma suerte la ermita de Castilleja de Talhara, en Benacazón. Se tiene por una de las iglesias mudéjares (es del siglo XIV) de mayor interés del Aljarafe por sus proporciones y su tipología edicilia. Sin embargo, el expolio, los actos vandálicos y la vegetación invasiva marcan el día a día de este enclave que ingresó en 2008 en la lista roja. El llamamiento, como en todos estos casos, está hecho. Sólo queda que alguien lo recoja.