ABC (Andalucía)

Berlusconi sigue siendo el reclamo de Forza Italia como el Maradona de la política

► No se descarta que uno de sus hijos, Pier Silvio o Marina, recoja su herencia pública

- Á. GÓMEZ FUENTES ROMA

Pocos lo hubieran imaginado: el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi ha sido celebrado, recordado, exaltado e incluso llorado estos días. Quien haya visto ‘Succession’, una serie en la que los herederos de un magnate de un coloso televisivo luchan entre sí por la sucesión, no habrá podido evitar pensar en los conflictos y peleas que a menudo surgen en algunas dinastías o en familias por la herencia.

Evocando ese título, los italianos han podido pensar en el modelo de sucesión de Silvio Berlusconi, fallecido el 12 de junio 2023, al ver el primer congreso de Forza Italia celebrado tras su muerte y el buen resultado de su partido en las elecciones de Cerdeña. Mientras, los cinco hijos del político, bien avenidos y en posesión cada uno de su parte del imperio económico, se reparten ahora las fabulosas mansiones del ex primer ministro. Al contrario del modelo de ‘Succession’, ‘Il Cavaliere’ dejó todo bien atado, con los papeles claros y definidos, incluido el de su última novia, para evitar conflictos.

El presidente ausente

Hace dos semanas se celebró en Roma el congreso nacional del partido Forza Italia (FI), fundado hace treinta años por Berlusconi con la asistencia de 1.300 delegados. Por aclamación, el vicepresid­ente del Gobierno y ministro de Exteriores, Antonio Tajani (70 años), experiodis­ta y muy fiel a ‘Il Cavaliere’, fue elegido secretario, pero no presidente, porque el presidente, vivo o muerto, sigue siendo ‘Él’.

Su nombre, Berlusconi, figura en el símbolo del partido. Emocionado casi hasta las lágrimas, Tajani recordó así al ex primer ministro: «Me siento como un futbolista del equipo de Maradona que debe jugar la final de Champions, pero él ya no está. Para hacer lo que hacía Maradona, solo tengo una opción: pedir ayuda al equipo y a los ‘tifosi’. El equipo somos nosotros, los votantes son los aficionado­s. Berlusconi era Maradona, nosotros debemos hacer juego de equipo».

Berlusconi no solo era el alma de ese partido sino también el cuerpo, la voz, la mente. Ahora, el accionista mayoritari­o sigue siendo la familia, que es además la garante del partido, sosteniend­o una deuda de casi 100 millones de euros. Tajani no hubiera sido elegido si no hubiera contado con el plácet de los Berlusconi, que han colocado a una persona de su máxima confianza, Deborah Bergamini, entre los cuatro vicesecret­arios. Bergamini, 56 años, jugará el papel de ‘embajadora’ de la familia ante el poder romano.

Un asunto familiar

‘Il Cavaliere’ lo dejó todo bien atado, con los papeles claros y definidos, para evitar futuros conflictos entre sus herederos

Ninguno de los hijos de Berlusconi asistió al congreso del partido. Para mostrar la presencia de la familia, solo estuvo Paolo Berlusconi, hermano de ‘Il Cavaliere’. Al ser preguntado si habrá heredero político del ex primer ministro, no cerró la puerta a esa posibilida­d: «¿Otro Berlusconi en la política? Solo el futuro nos lo dirá».

En gran medida, ese futuro dependerá del resultado de las elecciones. Difícil misión, si no imposible, será encontrar un Maradona para Forza Italia. Sobre el partido no desaparece la sombra de Pier Silvio y Marina Berlusconi. Algunos medios no descartan que alguno se lance al ruedo para recoger la herencia del padre. El resultado de las elecciones europeas puede decidir el futuro de Forza Italia.

De momento, los cinco hijos de Berlusconi administra­n su parte de herencia del imperio económico y se reparten el patrimonio inmobiliar­io, valorado en unos 600 millones de euros. La joya es Villa Certosa, la residencia en Porto Rotondo en Cerdeña que se puso a la venta por 500 millones. Los expertos creen que podría venderse entre 300 y 500 millones, convirtién­dose en la mayor venta de un inmueble residencia­l realizada en Italia.

Pier Silvio podría quedarse con Villa Grande en Roma, la residencia de 1.200 metros cuadrados en la vía Appia Antica. Bárbara Berlusconi se ha encapricha­do de Villa Belvedere en Macherio, en la provincia de Monza Brianza, cerca de Milán. Marina Berlusconi, la primogénit­a, se ha inclinado por Villa Campari, en el lago Maggiore. La mansión que no se toca es Villa San Martino en Arcore (Milán), residencia permanente del fundador de Fininvest desde hace casi cincuenta años.

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