ABC (Andalucía)

Tiene que pasar algo

El sanchismo seguirá abonando un miedo, a Vox, tan artero como mendaz mientras va desmontand­o el andamiaje constituci­onal

- AGUSTÍN PERY

L Oque pasa es que pasa de todo y parece que no pasara nada. O se empeñan en decir que esto, lo que justo ahora los tiene chapoteand­o en la ciénaga de Shrek, no es lo importante. Tampoco la amnistía, porque solivianta­rse es cosa de fachas. El PSOE tiene un suelo amplio y, aunque Juan Fernández-Miranda se moleste en explicárme­lo con esa pedagogía de quien lleva años disecciona­ndo la política patria, no alcanzo a entender, quizá a aceptar, que sea así. No al menos con este socialismo arracimado ante una nervuda parra que crece abonada en un miedo, a Vox, que en realidad es una coartada con la que justificar una indignidad que jibariza la ética, arrumba la decencia y trapichea con la Justicia para servir a un fin, tan artero como mendaz, que da mucho más miedo que los molinos a los que vende como gigantes.

Puede ser que, como me sosiega Garrocho, ya falte menos para que reviente todo y Sánchez quede para los españoles en un mal sueño. No comparto el optimismo de nuestro jefe de opinión, porque se alimenta de lo único que sacia a los sabios honestos: que esto no es posible, no puede haber tanta gente equivocada, o mala, y menos durante tanto tiempo. No, Diego, el problema es de baremo. El nuestro se basamenta en lo que nos enseñaron hace ya tiempo: honradez, firmeza, principios, unidad, respeto, valores y discrepanc­ia ideológica pero en ningún caso moral. Nada de eso, nada, hay en el horizonte monclovita más allá de un manual de permanenci­a sea como sea y caiga quien caiga.

Porque, como dice mi admirado José Luis Miró, es «una hecatombe moral». Veremos cómo salimos de esta. Pedro Sánchez lo ha demolido todo. No hay albañiles que se encaramen al andamio de la sede socialista, solo plañideras que hacen aún más hiriente su lamento porque, en su hipérbole de braceos airados y frases epatantes, debería haber un solo gesto a modo de epitafio, como en Mérida en una tragedia griega: romper el carné y cerrar la puerta de Ferraz 70 ya sin mirar atrás. Porque ahí hace tiempo que no crecen las rosas. Solo espinas.

Al otro lado, es cierto, hay una desconfian­za entre los suyos sobre si Feijóo logrará llegar y si, de hacerlo, será capaz de desmontar el sanchismo, terminar con los privilegio­s adquiridos por el secesionis­mo y devolver a los españoles la igualdad perdida en tanta vergonzant­e transacció­n. Es legítimo dudar, y hasta lógico, no sólo porque la derecha siempre ha sido más exigente con sus ceos de lo que jamás lo será la izquierda. También porque al PP se le puede aplicar ese dicho que aprendí de mis tiempos mallorquin­es: «Arrancada de caballo, parada de asno».

Esta vez no toca que el charrán se pierda en luchas cainitas. Mucho menos en esa inoperante manía de poner paños calientes y echar colonia donde hace falta lejía, mucha. O lo que pasará es que pasará de todo. Todo malo y ya sin remedio.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain