Primera consecuencia: Sánchez se olvida de los Presupuestos de este año para sacar los de 2025
► El Gobierno reconoce el «evidente» cambio en el tablero, que obligará a prorrogar los PGE
nueve meses antes de lo previsto. Se felicitó de ello tres horas después de votar a favor de los presupuestos de ERC, que hubieran alargado la legislatura. «Cataluña necesita un presidente», señaló, anteponiendo la «estabilidad a los experimentos». Y dijo que «los catalanes escogerán entre pasar página o volver al pasado». Illa ganó los comicios de 2021 pero no pudo gobernar por la suma del tripartito independentista. Lo mismo que en 2017 le ocurrió a Inés Arrimadas (CS). Para que cambie la dinámica lo primero que tiene que pasar la noche del 12 de mayo es que ERC, Junts y la CUP no sumen 68 o más diputados. A partir de ahí, todo es posible. «El PSC está preparado, y yo estoy preparado», concluyó.
Por su parte, Ignacio Garriga (Vox), Carlos Carrizosa (CS) y Alejandro Fernández (PP) también se manifestaron dispuestos a acudir a las urnas como cabezas de lista de sus formaciones. Está por ver. Garriga calificó al Govern de «incompetente». Carrizosa, que en el debate matinal había pedido elecciones a Aragonès, recordó que la legislatura estaba muerta desde la salida de Junts del Govern, en 2022. Y Fernández advirtió de que Illa ha sido «cómplice» del ‘procés’.
Cuando la tormenta del caso Koldo empezaba a amainar, una vez que se había logrado sacar adelante la ley de amnistía –que se vota hoy en el Congreso– y tras unos días en los que el PSOE creía haber encontrado en la acusación de fraude fiscal contra el novio de Isabel Díaz Ayuso un asidero al que agarrarse –ayer Pedro Sánchez pidió incluso su dimisión en la sesión de control parlamentaria–, el adelanto electoral en Cataluña sacudió de nuevo la legislatura. Y puso en jaque los Presupuestos Generales del Estado (PGE), cuando ya se negociaban.
A última hora de la tarde, la vicepresidenta primera y titular de Hacienda, María Jesús Montero, se rindió a la evidencia en una entrevista en Hora 25, de la Cadena SER, donde señaló que «los Presupuestos en España están actualmente prorrogados desde el 1 de enero y lo que corresponde y lo que toca, siendo realistas, es aprovechar esos trabajos y esos preacuerdos para trabajar en los de 2025. Es lo sensato y en lo que estamos trabajando ya, después de los últimos acontecimientos». La número dos del Ejecutivo y del PSOE, incluso, se refirió a esos preacuerdos con los aliados parlamentarios como un «punto de partida» sobre el que abordar la negociación de las cuentas públicas para el año que viene. Fuentes del Gobierno confirmaban ese «cambio en el tablero, que es evidente», y señalaban que ahora «toca trabajar en los de 2025»
A primera hora, la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, había enfriado el acuerdo de Presupuestos con el PSOE, al tiempo que se desvinculaba de lo que pudieran hacer los comunes en Cataluña, cuando a esa temprana hora ya se barruntaba que podrían tumbar los presupuestos autonómicos y precipitar la cita con las urnas. Fuentes gubernamentales comenzaban en ese momento a mostrar su inquietud por la posible ruptura de un acuerdo presupuestario entre los tres partidos de la izquierda en Cataluña, ERC, PSC y los comunes. «Eso no ayuda», decían premonitoriamente horas antes de que Pere Aragonès convocase elecciones para el 12 de mayo.
Maratón electoral
El maratón electoral que formalmente arrancará la medianoche del próximo 4 de abril, momento de comienzo de la campaña vasca, y que casi seguirá sin solución de continuidad hasta el 9 de junio, cuando los españoles están llamados a las urnas para renovar el Parlamento Europeo, complica y mucho la legislatura. Desde luego, no es el mejor periodo el electoral para cerrar un acuerdo presupuestario, el de las cuentas del Estado, en el que forzosamente, como en la investidura de noviembre, tienen que concurrir todos los aliados de Sánchez. Desde Sumar, el de coalición, hasta todos los socios parlamentarios. Y esto último abarca a cuatro formaciones políticas que se juegan mucho, muchísimo, los dos próximos meses.
Primero el PNV y Bildu, que el 21 de abril y con dos candidatos a lendakari inéditos, Imanol Pradales y Pello Otxandiano, dirimen el futuro Ejecutivo de Vitoria y la hegemonía de la política vasca, después de que los de Arnaldo Otegi superasen a los peneuvistas en las elecciones generales de julio del año pasado. Y un mes más tarde otra batalla encarnizada y muy similar, entre dos formaciones independentistas de la izquierda y de la derecha, como ERC y Junts per Catalunya, que volverán a pelear por ver quién preside esta vez la Generalitat. Sin perder de vista las europeas, una cita muy complicada para el PSOE, que ni siquiera tiene aún candidato, y que será la primera vez que se abran las urnas en toda España después del proceso de negociación de la ley de amnistía con Puigdemont, un proyecto que tiene en contra a una mayoría de españoles, según diversas encuestas, y entre ellos a muchos electores socialistas.