Maduro busca un rédito electoral en su conflicto con el Ejecutivo de Milei
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El conflicto del avión iraní-venezolano Emtrasur, varado en Buenos Aires durante meses y confiscado por el Gobierno de EE.UU. ha vuelto a escena. El presidente Nicolás Maduro ha decidido utilizar el caso de la aeronave como argumento para cerrar el espacio aéreo de Venezuela a los vuelos desde y hacia Argentina. Según ha podido saber ABC, esta escalada en la tensión diplomática serviría como excusa para impedir la votación de al menos 150.000 venezolanos con residencia en Argentina.
La confrontación comenzó esta semana con la suspensión del espacio aéreo de Venezuela para las aeronaves argentinas después de que el Gobierno de Javier Milei diera la orden de entregar el avión de la estatal venezolana Emtrasur a EE.UU. El canciller del Gobierno de Maduro, Yván Gil, reiteró que ninguna aeronave que venga o se dirija a Argentina podrá sobrevolar el espacio aéreo venezolano. «Venezuela ejerce plena soberanía en su espacio aéreo y reitera que ninguna aeronave, que provenga o se dirija a la Argentina, podrá sobrevolar nuestro territorio, hasta que nuestra empresa sea debidamente compensada por los daños causados, después de las acciones ilegales realizadas, solo con el fin de complacer a sus tutores del norte», escribió Gil en su cuenta de la red social X.
‘Cara de tabla’
Por si fuera poco, el funcionario Gil añadía más leña al fuego: «El Gobierno ‘neonazi’ de Argentina no solo es sumiso y obediente con su amo imperial, sino que tiene un vocero ‘cara de tabla’ (en Venezuela, este término señala a una persona ‘caradura’ y ‘mentirosa’): el señor Manuel Adorni (portavoz de la Presidencia argentina) pretende desconocer las consecuencias de sus actos de piratería y robo contra Venezuela, las cuales fueron advertidas en reiteradas ocasiones antes del acto delictivo cometido contra Emtrasur». Por su lado, el portavoz Adorni respondía: «Argentina inició acciones diplomáticas contra el Gobierno de Venezuela, encabezado por el dictador Maduro, tras su decisión de impedir el uso del espacio aéreo del país por cualquier aeronave argentina».
El Ejecutivo de Javier Milei ya ha adelantado que tomará medidas contra la dictadura de Nicolás Maduro por «violar el Convenio sobre Aviación Civil Internacional», conocido como Convenio de Chicago. «Argentina no se va a dejar extorsionar por los amigos del terrorismo», dijo Adorni en su rueda de prensa en la Casa Rosada.
El pasado 12 de febrero, el Boeing 747-300M de carga Emtrasur, de la empresa iraní Mahan Air y la aerolínea venezolana Conviasa, ambas compañías sancionadas por el Departamento del Tesoro norteamericano, voló a EE.UU., donde fue destruido previo pedido de confiscación. El Gobierno estadounidense reclamaba desde hacía tiempo el decomiso de Emtrasur por tratarse de una entidad iraní sancionada por el Departamento de Comercio la que transfirió el avión –de fabricación estadounidense– a un tercero (Conviasa), algo prohibido expresamente, según la sanción.
Dos años antes, el 6 de junio de 2022, el avión de carga iraní-venezolano había aterrizado con diecinueve tripulantes –cinco iraníes y catorce venezolanos– en Buenos Aires, donde fue retenido por los tribunales argentinos por presunta financiación de activi
Acuerdo bilateral 2023
En marzo de 2023, el que fuera presidente de Argentina, Alberto Fernández, firmó un acuerdo bilateral con Maduro, que incluía pactos en la agricultura, medicina y productos químicos.
Socio estratégico
El objetivo de estos intercambios era llegar a duplicar las interacciones entre Buenos Aires y Caracas, lo que convertía a Venezuela en el socio estratégico para Argentina.
Ruptura relaciones
El conflicto entre ambos países tras la llegada de Javier Milei a la presidencia y a causa de la aeronave, ha hecho que pasen de ser socios estratégicos, sobre todo en el ámbito agropecuario a rivales en el seno de las Naciones Unidas.
Consecuencias
La restricción impuesta por Venezuela no solo afectará a Aerolíneas Argentinas, sino a todas las compañías aéreas, ya que se verán obligadas a modificar sus rutas.
Defensores de derechos humanos señalan que esta forma de actuar de Maduro busca «seguir polarizando con el Gobierno de Milei»
dades terroristas y transporte de armamento. Previamente la aeronave había estado en México y Venezuela. Tras tratar de repostar en Uruguay, operación para la que no obtuvo permiso, se dirigió al aeropuerto de Ezeiza en Buenos Aires. Entonces, la Justicia argentina ordenó inmovilizar la nave y dispuso que los diecinueve tripulantes no podían salir del país. Más tarde, los tripulantes fueron liberados.
«Descuartizar» la aeronave
Dos semanas después de la salida del avión sancionado, Maduro acusó a EE.UU. por el «acto vil, criminal, indignante» de «descuartizar» la aeronave en Miami. En efecto, el excomi
sumaba también la explotación agropecuaria de parte del territorio argentino por Venezuela, además de la inversión venezolana en metanol de origen argentino. En el marco del mismo programa se había establecido la exportación de medicamentos de laboratorios de origen argentino a Venezuela, algo que claramente se verá afectado habida cuenta de la escalada del conflicto diplomático entre ambos países.
El objetivo del acuerdo sellado entre los Gobiernos de Fernández y Maduro exactamente un año atrás tenía como objetivo llegar a duplicar el nivel de interacciones comerciales entre ambas naciones, lo que transformaba a Venezuela en un socio estratégico para Argentina. La entrega del avión venezolano-iraní a EE.UU. por parte de Argentina ha modificado los términos de las relaciones diplomáticas entre ambos países, así como las posibilidades comerciales entre ellos. La restricción aérea impuesta por Venezuela afecta no solo a Aerolíneas Argentinas sino a todas las compañías aéreas, ya que las obliga a modificar sus rutas y consumir más combustible, lo cual incrementará el valor de algunos billetes de avión.
Este año, Argentina superó a Venezuela, convirtiéndose en el país con mayor inflación del mundo. Y quien hasta hace semanas era un socio comercial, ahora se ha transformado en un enemigo diplomático en un conflicto que, al parecer, no ha hecho más que comenzar.