ABC (Andalucía)

«Ganamos y ganamos y no se habla de nosotras; llega la frustració­n»

► La portera habla de sus metas, su crecimient­o y las claves del éxito del equipo a pesar de la poca atención recibida

- LAURA MARTA

A Laura Ester (Barcelona, 34 años) la apodan ‘pajarito’, pero es un halcón. No pasa un gol si es ella la que vigila la portería de España. En su palmarés, inmenso, seis Copas de Europa, tres Supercopas de Europa y 11 ligas con su club, el CN Sabadell; con España: un oro, tres platas y un bronce mundiales; tres oros, dos platas y un bronce continenta­les; y dos platas olímpicas (Londres 2012 y Tokio 2020). Solo le falta cazar una medalla: el oro en París.

—En menos de dos meses, una plata y un bronce. ¿Se saborea lo suficiente?

—No da tiempo. Cada dos días tienes una competició­n diferente. Y también le pasa al público que nos ve. Tanto torneo, creo que desprestig­ia un poco la competició­n. En lugar de un gran torneo cada verano, que era lo habitual. Si juegas un Europeo en enero y el Mundial en febrero, la gente no lo valora.

—Un Mundial en verano, un Europeo en enero, otro Mundial en febrero, como dice, ¿cómo le va el cuerpo?

—Al final es un poco caótico. En un año cuatro competicio­nes; en 8 meses: un Mundial, Europeo y Juegos. No podemos cambiarlo y te adaptas. Pero se va notando y cada vez más. Tenemos una edad y al cuerpo le cuesta más recuperar. Pero llega el esprint final hacia los Juegos. Ya habrá tiempo de descansar.

—¿Cuántas veces ha visto el último segundo ante Grecia que dio el bronce?

—En la piscina casi no sabíamos lo que había pasado. Fue un final muy caótico, con un último minuto de tensión y un último segundo increíble.

—Ha sido indiscutib­le desde hace más de una década, ahora llega Martina Terré. ¿La competenci­a le alegra?

—Son todo etapas en esta vida. Yo quiero que le salgan las cosas bien a ella porque somos un equipo. Ha habido un cambio generacion­al y seguimos estando arriba en Europeos y Mundiales, y ojalá en Juegos este año. Y en categorías inferiores también se están consiguien­do medallas. Este deporte es así: ganamos todas o perdemos todas.

—Por fases: ¿qué ocurrió en 2011 para dar el salto definitivo?

—Lo que pasó es que en 2011 tocamos fondo, quedamos 11 del mundo y ya no se podía ir más abajo. Reconocimo­s que no supimos competir, pero nos dio un impulso para entrenar más y querer mejorar cada día para conseguir el objetivo con el que sueña todo deportista. Hubo un cambio brutal en un año. Éramos las mismas jugadoras, pero nuestra cabeza no era la misma.

—¿Y qué fórmula hay para que lleven una década sin bajarse de los podios?

—La calidad de las jugadoras estaba ahí, solo era el chip de cabeza que logramos en 2012 con la clasificac­ión. Solo era eso. Y seguir trabajando muy duro para mejorar año a año y seguir luchando entre las mejores de Europa y el mundo. Los resultados hablan. España es una de las mejores seleccione­s y ojalá que siga.

—Es un deporte muy físico, pero ¿a veces se sale contra algún país con un gol en contra de partida?

—Sobre todo antes de 2012 y, algunos después, sí que hemos tenido partidos en los que la cabeza nos ha jugado malas pasadas. Pero vas aprendiend­o.

—¿En qué se nota mejor desde 2012?

—En la madurez deportiva. Y sobre todo el crecer y gestionar todos los momentos de tensión y los nervios del día y los momentos de antes del partido. En la portería se pasan nervios, pero una vez que entro se me pasan.

—¿Qué se ha dejado por el camino?

—La inocencia de las primeras compe

❝ Salto «En 2011 tocamos fondo. Nos dio un impulso para entrenar más y hubo un cambio brutal. Éramos las mismas, pero la cabeza no»

ticiones. Ir de novata y no saber a lo que te vas a enfrentar. Ahora ya llegamos muy de vuelta. Sabes vivir una final, unos Juegos... esos nervios.

—¿Qué espera de París?

—Llevamos años luchando sabiendo cuál es el objetivo que queremos. Sobre todo las que llevamos más tiempo. Nos falta una medalla.

—Es, desde hace tiempo, una de las mejores jugadoras de waterpolo. ¿Se siente reconocida?

—A nivel español es muy difícil que se nos reconozca a los deportista­s que venimos de los deportes minoritari­os. No es lo mismo que hace diez años, que no se nos conocía prácticame­nte. Empezó todo a partir de los Juegos de Londres, del Mundial de Barcelona. Y aun así... Somos consciente­s de que tenemos que crear noticia para que se hable. Pero las creamos y aun así no se habla. Ganamos y ganamos y ganamos y ahora qué. ¿Por qué no se habla? Y sí, llega la frustració­n porque no sabes qué es lo que hay que hacer para que se hable.

—Y ahora, además, fútbol femenino.

—Se lo han ganado. Un mundial, la Nations League. Me alegro por ellas y no les quito méritos. No se discute ni se niega. Ellas están creando noticias, se les está reconocien­do, pero sí que sientes un poco de frustració­n y da rabia que solo se esté hablando de ellas porque no son las únicas que han ganado torneos, y creo que muchas más se lo merecen. Muchos otros deportes llevamos luchando años para que se nos reconozca. Y ahora parece que el deporte femenino es solo fútbol.

—Si fuera ministra de Deportes.

—Creo que no me gustaría tener ese puesto. Intentaría que el país creciera de forma más polideport­iva. En España es increíble el número de campeones y campeonas que tenemos en todas las disciplina­s. Pero es muy difícil que salga una portada que no sea de fútbol. Es importante que avancemos en cultura polideport­iva. Que no sea solo fútbol, fútbol. Es un problema de la sociedad. Poco a poco va cambiando algo, pero son pasitos muy pequeños y queda mucho. Ojalá el día de mañana lo pueda ver. Que haya un cambio. Que el deporte sea deporte.

—Con 34 años, ¿piensa en el mañana o todavía no?

—Sí que lo ves más cerca. Por eso intento vivir cada torneo como si fuera el último y ya se verá. Todo deportista tiene un poco de miedo al qué pasará. Pero tengo muchas compañeras que están retiradas y sé que hay vida después. No preocupa tanto.

—¿Por qué estudió Bioquímica?

—Quería hacer algo con lo que el día de mañana pudiera ayudar a hacer un poco mejor el mundo. Quizá podría haber elegido algo más fácil, sí, pero quería algo que no me recordara al waterpolo.

—Es embajadora de Le Coq Sportif.

—Ayudan al deportista en su día a día, clave para nosotros. Es un apoyo que hace que quieras seguir mejorando para devolverle­s toda esa confianza.

París «Llevamos años luchando sabiendo cuál es nuestro objetivo: nos falta una medalla»

 ?? // GABRIEL AMOROS ?? Laura Ester, en la tienda de Le Coq Sportif de Barcelona
// GABRIEL AMOROS Laura Ester, en la tienda de Le Coq Sportif de Barcelona

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain