La Policía alerta al Madrid de que Ultras Sur ha comprado entradas para reventar su partido benéfico
► El club anula unos 250 tickets que atribuye al grupo radical, y se refuerza la seguridad
Tras cinco años de ausencia, por culpa de la pandemia y de las obras de reforma del Santiago Bernabéu, este sábado 23 de marzo vuelve el Corazón Classic Match (12.00 horas, Real Madrid Televisión), el partido benéfico y solidario del Real Madrid que llega a su undécima edición y que disputarán leyendas del equipo merengue (como Raúl, Zidane, Figo, Butragueño o Casillas) contra leyendas del Oporto y cuya recaudación irá destinada a la lucha contra la ELA y a la sostenibilidad de los proyectos de la Fundación del club.
Un partido festivo, familiar y por una buena causa que, desafortunadamente, contará con un dispositivo especial de seguridad y que, incluso, podría haber sido catalogado de alto riesgo si no fuera un encuentro amistoso de veteranos, contexto que le excluye de estar sujeto a la Ley del Deporte.
Según detalla la Policía a ABC, entre 40 y 45 miembros de Ultras Sur compraron seis entradas por barba, o lo que es lo mismo, alrededor de un total de 250 entradas, para acceder al Santiago Bernabéu este sábado, con todo el riesgo que ello conlleva. El Real Madrid fue alertado de ello por la Policía y le recomendó tomar medidas al respecto para evitar incidentes dentro del estadio, además de avisarles que reforzarían la seguridad en los aledaños del mismo para que tampoco hubiera sucesos desagradables en las afueras del coliseo blanco.
Una vez avisado y con la toda la información sobre la mesa en los despachos de Valdebebas, el Real Madrid decidió pasar a la acción y remitir un email a todos estos miembros de Ultras Sur que habían comprado tickets para el Corazón Classic Match: «La entrada que usted ha adquirido para este partido se encuentra entre las que, supuestamente, ha conseguido dicho grupo, de tal manera que el Real Madrid C.F. ha decidido anular dichas localidades, con lo que no tendrán validez para el acceso al partido indicado y proceder a la devolución del importe de las mismas».
Además, la entidad blanca les avisó en ese mismo correo electrónico que pondría estos hechos en conocimiento de la Comisión de Disciplina Social para que tomara las medidas que considerase oportunas y les recordó que habría un dispositivo especial de agentes de seguridad, públicos y privados, tanto dentro como fuera del estadio.
Mientras tanto, el jueves por la noche, a las 22.52 horas, el grupo radical publicó un tuit en su cuenta de X en el que mostraba una foto de ellos ubicados en el fondo sur con una pancarta que rezaba ‘lo que no nos mata nos hace más fuertes’. Además de la imagen, escribió el siguiente mensaje, citando la cuenta oficial de X del Real Madrid e incluyendo un emoticono con unas gafas de sol: «Nos vemos el sábado, @realmadrid».
Precedentes con el Castilla
Ultras Sur publicó el jueves en su cuenta de X un tuit retador: «Nos vemos el sábado, @realmadrid»
No es la primera vez que miembros de Ultras Sur comprar entradas de manera masiva. Según explicaron a este periódico fuentes del club blanco, ya ha sucedido en otras ocasiones. Ultras Sur también ha adquirido entradas para partidos del Real Madrid Castilla en el Alfredo Di Stéfano, lo que ya obligó en su momento al club blanco a proceder a su anulación. Entradas que una vez que son anuladas, no se pueden volver a poner a la venta.
Hay que recordar que Ultras Sur es un colectivo radical que tiene vetado su acceso al estadio Santiago Bernabéu desde finales del año 2013, tras ser expulsados por Florentino Pérez, que en su lugar decidió poner en marcha la grada de animación. Además, está encuadrado desde marzo de 2019 en la lista de grupos no legalizados y violentos por parte de la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el Deporte.
De hecho, dos años antes de esta medida, en 2017, la Audiencia Provincial de Madrid sentenció que Ultras Sur no podía recuperar su posición en el estadio Bernabéu y, tampoco, podía regresar con un abono vitalicio, tras reclamar que su expulsión había sido ilegal.