Las contradicciones de la acogida dejan un millar de niños sin familia
► En España, el 75 por ciento de menores que entran bajo el sistema de protección acaban en residencias, no en hogares
Las alegrías y vicisitudes surgidas de su propia experiencia personal como padre de acogida llevaron a Óscar Alcaide, doctor en Derecho por la Universidad Abat Oliba, a profundizar y querer «sacar a la luz todo lo concerniente a este sistema de acogida de niños y adolescentes por parte de familias que abren la puerta de sus hogares». Su visión es que este sector necesita urgentemente de un impulso que desatasque el cuello de botella que presentan las administraciones autonómicas y las entidades responsables de la gestión del acogimiento. En el plano teórico, la normativa señala que es preferible la acogida a permanecer ‘institucionalizado’ en una residencia. Sin embargo, la realidad en España es otra, con más de un millar de niños menores de 6 años permanece institucionalizado, según datos de la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (Aseaf).
Esta situación supone, a ojos de Alcaide, que acaba de publicar la tesis ‘La acogida familiar en l a i nfancia y l a adolescencia: un cambio de paradigma del actual modelo de acogida’, «una negligencia i nstitucional, máxime cuando el compromiso de del Ministerio de Infancia y Juventud es que en 2026 no haya ningún menor de 6 años tutelado por las administraciones. No puede ser que haya niños meses y meses esperando una resolución porque, y esto es una triste realidad, a partir de los 7 años es muy difícil que salgan del centro y ya solo lo hacen durante los fines de semana, en vacaciones…».
A lo largo de su investigación, este doctor en Derecho pone de manifiesto las fallas e incoherencias del sistema de acogimiento. «¿Cómo puede ser que en comunidades como Cataluña, por ejemplo, crezcan más las plazas residenciales que el número de familias dispuestas a acoger? ¿ Cómo se explica que no se potencie más este sistema, cuando el coste de un niño acogido en esta modalidad es casi diez veces inferior al que supone su institucionalización?», se cuestiona.
A juicio de Alcaide, « además de las carencias, sinsentidos y mecanismos perversos de nuestro sistema de acogimiento, hay dos aspectos fundamentales a mejorar: y es el desconocimiento que hay en la sociedad sobre este sistema y la falta de apoyos y de recursos que tienen quienes se ofrecen a ello». Hay que recordar, añaden desde Aseaf, «que son niños que necesitan apoyo domiciliario de educadores, atención médica y psicológica continuada y acompañamiento».
También, destaca este experto, habría que revisar la actual configuración de l a transición de la acogida a la adopción. En esta línea existen, especifica, «muchos casos en diferentes comunidades autónomas que, en el momento en que se constata la imposibilidad de que el niño vuelva con su familia de ori