El Rey y sus impuestos
EN 1992, toda España se enteró de que Don Juan Carlos pagaba impuestos. El padre de Felipe VI se lo contó a la periodista de la BBC Selina Scott durante la famosa entrevista que le concedió para el documental «Un año en España». Que un rey rindiera cuentas ante Hacienda no formaba parte de la cultura de las monarquías europeas en aquellos tiempos. De hecho, en este aspecto, el anterior Monarca era una rara avis, y sus palabras no le hicieron ningún favor a su querida «prima Lilibeth», que no abonaba el equivalente al IRPF en el Reino Unido. Un año después, y para superar su crisis de popularidad, la reina británica anunció que tributaría por sus ganancias.
Mientras vivía en España, Don Juan Carlos estaba obligado a hacer la declaración de la Renta, al igual que ahora lo están Don Felipe y Doña Letizia. Nuestros Reyes pagan un buen pico de su sueldo al Fisco cada año. Gestha –el sindicato de técnicos de Hacienda– calcula que en el último ejercicio fiscal, 2022, al Monarca le correspondió abonar algo más de 100.000 euros y a su consorte en torno a 50.000, sin tener en cuenta deducciones por donativos o tributación por rentas del ahorro. El origen de su obligación está en la ley del IRPF, que manda tributar por las ganancias a todos los ciudadanos españoles por el hecho de serlo, sin recoger ninguna excepción para los miembros de la Corona. Para deleite de hasta el republicano más recalcitrante, y a diferencia de otros países con monarquías parlamentarias, nuestra Constitución no incluye exenciones fiscales para la Familia Real. Sus miembros deben contribuir a las arcas públicas exactamente igual que los demás. Esto, como tantas otras cosas, fue consecuencia de que la Monarquía española estaba recién reinstaurada y debía legitimarse –hoy debe consolidarse– con la ejemplaridad de sus acciones.
En 2020, toda España se enteró de que Don Juan Carlos no pagaba todos sus impuestos. Todo el mundo entendió entonces su conducta como impropia y deshonrosa para un monarca. Más de tres décadas después de aquella entrevista en la BBC, a los españoles nos parece absolutamente normal que nuestros Reyes paguen IRPF. Buena parte de los holandeses nos envidian por ello y quiere imitarnos. Cada vez son más los ciudadanos de los Países Bajos que no entienden que Guillermo de Orange y su esposa –que cobran varias veces más que Don Felipe y Doña Letizia– estén exentos de tributar por su sueldo. El debate viene siendo recurrente en aquel país desde hace varios años, pero se ha fortalecido en los últimos meses al haber entrado en su última campaña electoral.
Si esos comicios no hubieran llevado al bloqueo político que sufre ahora, su Parlamento ya habría debatido enmendar la Constitución para hacer pasar por caja al Rey. Los españoles miramos a los países nórdicos demasiadas veces con envidia, pero en esta cuestión podemos presumir de ir por delante.
Don Felipe y Doña Letizia pagan un buen pico de su sueldo a Hacienda: unos 100.000 euros él y unos 50.000 ella. Holanda quiere imitarnos