Del papel de Ábalos a la conexión venezolana: las incógnitas del caso Koldo
► El juez ya situó como «intermediario» de la trama al exministro, que conserva su aforamiento ante el Supremo ► Falta por esclarecer quién avisó a su asesor de que estaban siendo investigados, cuatro meses antes
Ha pasado poco más de un mes desde que estallara el caso Koldo y una vez superada la fase de las detenciones y los paseíllos de los principales implicados en la Audiencia Nacional la instrucción judicial echa a andar. Con el secreto de sumario levantado, mientras las partes pelean por el desbloqueo de su patrimonio, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sigue trabajando en desenmarañar la presunta trama de comisiones irregulares surgida en el corazón del Ministerio de Transportes.
En el centro, la empresa Soluciones de Gestión, que, sin ninguna experiencia previa en el sector sanitario, resultó adjudicataria en lo peor de la pandemia de contratos de mascarillas por importe de 53 millones de euros. La investigación apunta a que Koldo García habría echado mano de las influencias conseguidas al abrigo del exministro José Luis Ábalos, cuyo papel aún no esta claro en esta historia.
El sumario ha reabierto asimismo viejas dudas en torno a otro episodio que también protagonizó: su encuentro con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. La declaración de los investigados, si es que llegan a colaborar con la Justicia, se presume clave para ir despejando incógnitas, apuntan fuentes del caso a ABC.
Si hay un nombre que sobrevuela desde que Koldo García fuera detenido el pasado 19 de febrero es el del exministro José Luis Ábalos, con quien trabajó mano a mano en el ministerio como asesor durante tres años. Si bien el antiguo titular de Transportes no figura como investigado en la causa –cabe recordar que conserva su aforamiento ante el Tribunal Supremo al haberse negado a renunciar al acta de diputado– en el sumario no son pocas las referencias a su persona y el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno le llegó a señalar en un auto como «intermediario» de la trama. De telón de fondo, la reclamación que Baleares había puesto en marcha para que la empresa bajo el foco, Soluciones de Gestión, devolviera tres años después 3,7 millones de euros por la venta de mascarillas defectuosas.
El magistrado apuntó entonces a la posible participación de Ábalos en base a la «observación de las comunicaciones» y la «actividad operativa» realizada por la Guardia Civil. Destaca un pinchazo telefónico en el que uno de los empresarios investigados, al que sitúan detrás de la mercantil Soluciones de Gestión, Juan Carlos Cueto, implicó al «exjefe» de Koldo García en la reclamación de Baleares. El juez concluyó que «del devenir de la intervención telefónica en curso se referiría a José Luis Ábalos». Otras evidencias que obran en el sumario son la cadena de llamadas y encuentros que se sucedieron entre diciembre de 2023 y el pasado enero en el local considerado epicentro de la trama, la marisquería madrileña La Chalana. La UCO confirmó en las vigilancias la presencia de Ábalos en una de estas reuniones.
En el sumario hay otro episodio, de noviembre de 2023, que igualmente salpica al exministro. Las vigilancias revelaron que el hermano de Koldo García, Joseba –también imputado en la Audiencia Nacional–, fue hasta el domicilio de Ábalos en Valencia a entregarle un sobre con documentación relativa a las adjudicaciones. Fue el propio Koldo quien le llamó para indicarle a Joseba que debía llevar «unos papeles que le habían dado para José». Y así, el pasado 4 de noviembre, el hermano del exasesor cogió una furgoneta para cumplir con lo encomendado. Hasta que por el camino la Guardia Civil le dio el alto en lo que parecía un control rutinario. De esta manera los investigadores supieron que en el interior del sobre estaba la respuesta del Portal de Transparencia a un abogado, Ramiro Grau, quien había denunciado ya una presunta trama de corrupción en torno a la empresa Soluciones de Gestión, y un informe sobre la misma mercantil del Tribunal de Cuentas. En su declaración como testigo ante la Guardia Civil el subsecretario de Transportes, Jesús Manuel Gómez, reconoció que fue él quien dio los documentos a Koldo García en la marisquería La Chalana, para que éste a su vez se los hiciera llegar a Ábalos.
Otra de las incógnitas que deambulan es quién fue la persona que ordenó en el Ministerio de Transportes, de Interior, el Govern de Baleares y el de Canarias contratar los suministros a esa empresa. Si bien ninguna de las testificales apunta a una orden directa por parte de Ábalos para contratar a la mercantil objeto de investigación, Isabel
José Antonio Rodríguez, aseguró no recordar, pero veía «muy posible» que fuera Koldo García quien le hablara de la empresa. A través de él, declaró, creían que tenían « una ventana de oportunidad» para traer material sanitario desde China. No señaló, en cambio, al exministro. El único cesado hasta el momento ha sido el exsecretario general de Puertos Álvaro Sánchez Manzares, quien firmó documentos de uno de los contratos, por su relación con Koldo. «Alvarito», le llamaba.
Porque el sumario del caso Koldo conduce hasta el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, cuando el 20 de enero de 2020, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, aterrizó en suelo español, teniéndolo prohibido por las sanciones entonces impuestas por la Unión Europea al Gobierno de Maduro. Entre las personas que recibieron a Rodríguez, tal y como reveló ABC, además del entonces ministro de Transportes José Luis Ábalos y su asesor Koldo García, acudió al aeropuerto el comisionista Víctor de Aldama, quien entonces ejercía de asesor de Air Europa, en gestiones para el rescate de la aerolínea.