Sandokán, de líder de la Camorra a colaborador de la Justicia
► Francesco Schiavone, enfermo de cáncer, se arrepiente tras pasar 26 años en la cárcel
Era el capo absoluto de los Casalesi, uno de los clanes más temibles y criminales de la Camorra, la mafia napolitana conectada con la Cosa Nostra. Francesco Schiavone, de 70 años, conocido como ‘Sandokán’, que padece cáncer y está detenido desde 1998, con catorce condenas a cadena perpetua, ha decidido rendirse al Estado, haciéndose colaborador de la Justicia. Schiavone rediseñó el mapa criminal del clan de los Casalesi, del municipio de Casal di Principe (21.000 habitantes), en la región de Campania. El padrino de los Casalesi ha comenzado ya a revelar a los fiscales la connivencia con políticos y empresarios, contratos de obras, el tráfico de residuos nocivos y las relaciones de la Camorra con la Cosa Nostra. Francesco Schiavone es el personaje que inspiró ‘Gomorra’, la saga que se hizo famosa en todo el mundo, a raíz del libro homónimo, del año 2006, escrito por Roberto Saviano, que desvelaba el ‘sistema’ de la Camorra, explicando cómo una organización criminal era capaz de mantener bajo su puño y con terror a toda una región, y no solo.
Victoria del Estado
Su decisión de arrepentirse, tras pasar 26 años en la cárcel, bajo el régimen carcelario más duro (el llamado artículo 41-bis), se considera una importante victoria del Estado que podría escribir nuevas páginas en la historia de la antimafia italiana. Además, tiene un alto valor simbólico, por el mensaje que su rendición envía a los jóvenes del clan, que en los últimos años ha recibido duros golpes por la fiscalía antimafia de Nápoles. Apodado Sandokán por su parecido al actor Kabir Bedi, conserva numerosos secretos, según destaca el escritor y profesor de Historia de las mafias en la Universidad de Nápoles, Isaia Sales: «No hay actividad ilícita en la que Francesco Schiavone no haya dejado su huella, en Italia y en el extranjero, desde España hasta Estados Unidos. Un ejemplo de capitalismo criminal. Puede describir un sistema que entrelaza violencia y ganancias», asegura Isaia Sales en ‘La Repubblica’.
Francesco Chiavone se define como un mafioso y no camorrista. Es una distinción motivada por la influencia de su relación con los mafiosos de la Cosa Nostra: no sólo sembró violencia y criminalidad, sino que también intentó ser al mismo tiempo un estratega político y empresario del hampa. Así mismo, la ‘Ndrangheta, la mafia calabresa, que controla gran parte del tráfico internacional de la cocaína, ha seguido esa vía: son mafiosos criminales –asesinan si lo consideran necesario– y empresarios en dos mundos, el legal y el ilegal. Precisamente, Schiavone ha sido uno de los principales protagonistas en Italia del capitalismo criminal.
En sus actividades mafiosas, la violencia era el medio, el fin era el lucro. No le importaba en absoluto que el beneficio tuviera trágicas consecuencias, como en el caso del tráfico durante muchos años de residuos muy peligrosos, depositados en el campo, en una amplia zona entre Caserta y Nápoles, en Campania, en lo que hoy se llama ‘Terra dei fuochi’ (Tierra de los incendios), caracterizada por la presencia frecuente de hogueras encendidas por los clanes de la Camorra sobre montones de residuos tóxicos vertidos ilegalmente, con la consiguiente dispersión en el aire de sustancias altamente nocivas y contaminantes. Schiavone fue uno de los artífices de la operación que permitió a las empresas del norte de Italia deshacerse, a muy bajo coste, de materiales a menudo muy perjudiciales para la salud. Ha habido un aumento muy notable del cáncer en la zona. La ‘Tierra de los Incendios’ incluye un territorio de 1.076 km², en el que se ubican 57 municipios, 2,5 millones habitantes (33 ciudades están en la provincia de Nápoles y 24 en la provincia de Caserta).
Recuperar la familia
Schiavone tiene una familia numerosa: siete hijos, con su esposa Giuseppina Nappa. Uno de ellos, Walter, lleva el nombre de su tío paterno, que hizo construir una villa lujosa y principesca en Casal di Principe, inspirada en la película ‘Scarface’ (1983), de Brian De Palma, en la que Al Pacino interpreta al gángster Tony Montana. El capo del clan de los Casalesi se habría arrepentido para colaborar con la Justicia, a causa del cáncer que padece. Así reveló su intención y motivaciones al máximo responsable de la Dirección Nacional Antimafia, Giovanni Melillo, y al fiscal jefe de Nápoles, Nicola Gratteri: «Yo he sido un mafioso. Me rindo para estar al lado de mis hijos, para recuperar a mi familia». Los mafiosos que colaboran con la Justicia obtienen, a cambio de las declaraciones realizadas durante los juicios en los que sean llamados a declarar, particulares beneficios penales y penitenciarios, incluso apoyo económico, para ellos y sus familiares.
El periodista y senador Sandro Ruotolo, miembro de la secretaría del Partido Democrático, con escolta permanente al estar amenazado por los Casalesi, está convencido de que Schiavone podría ser un nuevo Tommaso Buscetta, reconocido como el primer mafioso siciliano importante que rompió la ‘omertá’ (el silencio). Sus revelaciones al legendario juez Giovanni Falcone permitieron, por primera vez, una reconstrucción judicial detallada de la organización y estructura de Cosa Nostra. «El arrepentimiento de Schiavone –ha dicho Ruotolo– podría hacernos descubrir a los delincuentes de ‘cuello blanco’, las relaciones con la política, algunas masacres y la transformación de la Camorra».
El famoso escritor y periodista Roberto Saviano, autor de ‘Gomorra’, también con escolta permanente al estar amenazado de muerte por Schiavone, considera clamoroso el arrepentimiento de Sandokan. Saviano cree que «sólo revelará asesinatos y algunos contratos pero no revelará el tesoro del clan, no desvelará los encubrimientos políticos, ni los orígenes criminales de varios empresarios conocidos».
Los mafiosos que colaboran con la Justicia tienen beneficios penitenciarios e incluso apoyo económico
Schiavone inspiró ‘Gomorra’, la saga que se hizo famosa a raíz del libro homónimo de Saviano