Musicoterapia en el embarazo para estrechar lazos entre madre y bebé
► Varias expertas señalan los beneficios de hablar y cantar al hijo en el vientre materno y que escuche música en directo
El primer testimonio histórico de la influencia terapéutica del sonido y la música en el ser humano está plasmado en un papiro egipcio con una antigüedad de 4.500 años. Ha llovido mucho desde entonces y actualmente la musicoterapia es una carrera universitaria en más de veinte países del mundo y su aplicación práctica se realiza con éxito en diversos ámbitos como el educativo, hospitalario, asistencial, etc., tanto en la prevención como en el tratamiento de numerosos problemas.
Y es que incluso, en el día a día, y sin apenas darnos cuenta, elegimos una música para activarnos, otra más calmada cuando estamos nerviosos o, al contrario, una ‘potente’ para canalizar esas emociones, otra diferente para hacer ejercicio, limpiar, estudiar, para crear intimidad... Todas estas decisiones se basan en el poder terapéutico de la música que las personas aprovechan de manera sabia e intuitiva.
Bajo la evidencia científica, un grupo de expertas en esta disciplina llevan años apostando por mejorar la vida de las mujeres en el proceso de embarazo y posparto, así como la de sus bebés desde que están en el vientre materno. Actualmente están inmersas en la tesis doctoral de investigación MusicMumppy, de Silvia Évora, supervisora de enfermería del Área Materno Infantil y Neonatología del Hospital Universitario Sureste, que nace de la necesidad de prevenir y detectar trastornos de salud mental en los programas de atención al embarazo del Sistema
Nacional de Salud. «Se desarrolla bajo la dirección de María Jesús del Olmo, del departamento de Música de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid y fundadora de la Fundación Musicoterapia y Salud. Con esta investigación se pretende demostrar el efecto de la musicoterapia en vivo en el bienestar mental durante el embarazo y el posparto», matiza Évora.
Del Olmo añade que cada vez hay más mujeres con estrés, depresión, ansiedad... «lo que les impide vivir con intensidad y calma su estado de gestación. Tienen mucho miedo al parto, a qué pasará cuando nazca el bebé, a si serán una buena madre, podrán mantener su trabajo, a lo que tienen que renunciar... Ante estos pensamientos, logramos que paren la mente, se relajen y, a partir de ahí, a través de la música en vivo, consigan estrechar el vínculo con su bebé, tener un embarazo más consciente, un parto más sano y una maternidad más exitosa».
Los talleres son facilitados
Durante el embarazo existe un verdadero sistema de comunicación entre la madre y el bebé en formación.
El feto reacciona a estimulaciones auditivas a partir de la semana 26, pero las recibe desde la octava semana.
En un primer momento, la percepción de sonidos es a través de todo su cuerpo, que capta las vibraciones acústicas por la piel, y más adelante por el oído.
La voz de la madre y el latido de su corazón se convierten en su primera experiencia de seguridad, presencia y calor humano.
Una estimulación deficitaria puede provocar un retraso en funciones básicas, como andar o hablar, así como un escaso interés por conocer y descubrir.
«Del grito al canto solo hay un paso y cantar es socialmente aceptado y ayuda mucho en el parto»
por la musicoterapeuta Alicia Lorenzo, cofundadora de esta fundación, y en ellos se recogen datos sobre la salud mental en cuestionarios validados, antes y después de las sesiones. La participación de las voluntarias comienza a partir de la semana 26 de embarazo y termina a los dos meses del nacimiento del bebé. «También se las invita a cantar», añade Begoña Ibarrola, psicóloga especialista en inteligencia emocional y autora de ‘Música para antes de nacer’. Explica que muchas mujeres no saben que el bebé en el útero escucha, «de hecho, es el único sentido que está desarrollado antes de nacer. Cuando las madres son verdaderamente conscientes de ello, todo cambia».
Liberar emociones
Alicia Lorenzo empieza cada sesión con unos momentos de relajación. «Canto y toco la guitarra y ellas cierran los ojos, respiran, se calman y crean ese vínculo con el bebé. Después también cantan y tocan instrumentos para que el pequeño escuche su voz y construyan una mayor conexión con él. En ese instante se les despiertan sentimientos, muchas lloran y liberan emociones».
Begoña Ibarrola matiza que la musicoterapia les aporta unos recursos y un valor impresionante. «Aprenden que hay técnicas de respiración que pueden hacer cantando al realizar la dilatación y, de este modo, todo el proceso del parto resulta muchísimo mejor porque del grito al canto hay sólo un paso, y cantar está socialmente aceptado. Nadie lo percibe como algo invasivo y es una forma de liberarse».
Añade Del Olmo que, a pesar de los grandes beneficios de la musicoterapia en muchas áreas personales, «y más en embarazadas con las que trabajamos en la actualidad, todavía hay gran desconocimiento sobre su desarrollo positivo. No basta con que el bebé escuche la voz de la madre cuando habla; hace falta que se dirija a él, que le recite, le cante... porque de todos los estímulos que recibe desde el vientre siempre sobresale la voz de la madre. Hay literatura científica que demuestra que cuando se le habla directamente o escucha música en vivo, no grabada, hay un cambio en la biología con grandes beneficios que se mantiene en el tiempo», concluye la fundadora de la Fundación Musicoterapia y Salud.