Nicaragua denuncia a Alemania ante la ONU por «complicidad en el genocidio» en Gaza
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Poco probable
El Gobierno alemán, por su parte, restó importancia a la acusación, aunque sin hacer declaraciones sobre la defensa que presentará hoy ante la CIJ.
Varios expertos han desestimado que la demanda prospere. «No estoy familiarizado con los expedientes del caso y dependo de la información disponible públicamente sobre la situación en Gaza, pero no creo que se pueda acusar a Israel de genocidio, crímenes de guerra sistemáticos o violaciones del derecho internacional humanitario», estima Christoph Safferling, profesor de Derecho Penal Internacional y Derecho
Internacional en la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Núremberg y director de la Academia Internacional de los Principios de Núremberg. «La situación humanitaria de la población civil en la franja de Gaza es catastrófica e inaceptable, incluso si no ha habido violaciones del derecho internacional [...] se ha alcanzado un límite moral que impone resolver este conflicto de otra manera, porque el sufrimiento de la población civil es demasiado grande, pero desde el punto de vista penal no se sostiene la acusación», añade.
Nicaragua demandó en 1980 a EE.UU. ante la CIJ por el apoyo a las milicias de la Contra nicaragüense y ganó, aunque Washington nunca reconoció el fallo.
El proceso penal planteado puede prolongarse durante varios años y la decisión inmediata de la Corte que cabe de momento esperar es la adopción o no de medidas cautelares. Cuando Sudáfrica presentó una demanda contra Israel ante la CIJ en enero, el tribunal ordenó que Israel adoptara medidas provisionales para evitar que la catástrofe humanitaria en Gaza siguiera empeorando y poner fin al sufrimiento de la sociedad civil. En el caso de Alemania, una posible petición del Tribunal de Justicia podría poner fin a las entregas de armas.
Financiación voluntaria
«Es difícilmente concebible, jurídicamente, que Alemania se vea obligada a reanudar los pagos a la Unrwa en Gaza, que actualmente siguen en suspenso, porque, al fin y al cabo, son voluntarios», señala Safferling sobre la financiación de organizaciones palestinas que Alemania suspendió tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, alegando el serio peligro de que el dinero terminase en manos de la formación terrorista. «En el curso de ese procedimiento, por supuesto, también se pueden hacer demandas políticas, por ejemplo, que un país rico como Alemania debe garantizar que la situación humanitaria en Gaza mejore», añade el experto, que sugiere la posibilidad de utilizar esta denuncia como una campaña política sin consecuencias jurídicas por parte de Nicaragua y que aclara que la CIJ no puede obligar a un Estado a ejecutar una sentencia, aunque podría, por ejemplo, remitir el asunto de la entrega de armas al Consejo de Seguridad de la ONU.
Este podría, por su parte, ejercer presión sobre un país para que cumpla con las sentencias de la CIJ a través de sanciones. «En este caso, sin embargo, eso es difícil de imaginar», zanja sobre el posible alcance del asunto.