«Agradezco la confianza, antes a Vilda y ahora a Tomé»
► La alicantina, 19 años, siempre ha querido triunfar con España pese a que sus padres son argentinos
La selección española femenina es un éxito de presente, campeona del mundo y de la Nations League, pero su futuro está asegurado. Además de que la juventud es la tónica general entre las integrantes de este grupo, las generaciones que han plagado de éxitos las categorías inferiores son ya una realidad en la absoluta. Es el caso de Fiamma Benítez (Denia, 2004), convertida en una habitual de las concentraciones a pesar de sus 19 años de edad, aunque en esta ocasión su presencia se debe a la lesión de Aitana Bonmatí. La centrocampista del Valencia sueña con estar en los JJ.OO., aunque su mente no pasa más allá de vencer a la República Checa ( 19.00 horas, La1) para acercar a España a la Eurocopa 2025.
— La selección española se ha acostumbrado a imponerse con superioridad a todos sus rivales. ¿Cómo se mantiene el nivel de exigencia?
—Es algo que nosotras tenemos presente. La exigencia la tenemos nosotras siempre día a día. Sabemos que estamos obligadas a llevar el peso de los partidos y obviamente no es fácil ganar siempre, pero la exigencia que cada una tiene en su club y cuando venimos aquí es lo que tiene esa recompensa, que es ganar siempre. — Sus padres son argentinos, ¿ por qué eligió jugar con España?
-Es algo que debatimos en mi familia bastante, pero siempre me dieron la libertad de elegir al final. Yo soy de aquí, mi carrera la empecé aquí, sigo aquí y siempre he estado en categorías inferiores con la selección española. Mi mente y mi corazón siempre han estado con la selección española. Tenía claro que quería triunfar con la Roja. — La persona que le hizo debutar en la absoluta fue Jorge Vilda. ¿Cómo era su relación con él? —Una relación muy cordial, de jugadora-entrenador. Siempre agradezco toda la confianza que me da el staff, en su momento a Vilda y ahora Montse. —Entró en la prelista del Mundial, pero finalmente se quedó fuera. ¿Cómo le sentó?
—Obviamente todas las jugadoras queremos estar en las máximas competiciones. Yo me quedé a las puertas, pero saqué el lado positivo, que es que estuve cerca y con las mejores jugadoras del mundo. Me lo tomé como un aprendizaje. —Jugadoras que habían renunciado a la selección fueron citadas a la Copa del Mundo y usted, que se mantuvo fiel, se quedó fuera.
—Yo lo único que hago es jugar e intentar ponerlo lo más difícil posible a los seleccionadores. Siempre que vengo a la selección intento hacerlo lo mejor posible para poder defender a nuestro país de la mejor manera. Las decisiones que tome cada jugadora o cada entrenador ya no dependen de mí.
—Meses después, regresó de la mano de Montse Tomé. ¿Que opinión tiene de ella?
—Es una entrenadora que se nota que ha sido jugadora, es bastante cercana a nosotras. Es la misma filosofía de lo que es la selección, esa superioridad en el fútbol de calidad.
—¿Qué ha cambiado con Tomé al frente del equipo?
—Ya te digo, es una seleccionadora bastante cercana a las jugadoras. Las jugadoras somos prácticamente las mismas. Cada entrenador tiene su librillo, pero en general es la misma ambición que siempre.
—¿Cómo se explica el constante éxito de este equipo con todo lo extradeportivo que ha vivido?
—Al final lo extradeportivo, como dices tú, es de fuera. Nosotras nos centramos en jugar y en ganar porque somos la mejor selección del mundo y lo demostramos en el campo. Lo que pase fuera no nos afecta ni depende de nosotras. Donde hablamos es dentro del campo.
—¿Confía en estar este verano en los JJ.OO. de París?
—Yo vivo el día a día. Sé que soy joven, me lo quiero currar mucho, trabajar mucho y ponerlo lo más difícil posible. Si estoy entre esas 18, que ojalá así sea, a seguir sumando y disfrutando.