Los retos que aún alejan la plena integración gitana
El colectivo, que asegura no contar con la igualdad de oportunidades que el resto de la sociedad, ha elaborado un manifiesto, una suerte de decálogo frente a la discriminación
Un marco institucional que ofrezca una respuesta «social y jurídica rápida y efectiva» cada vez que se produzca unas situaciones de discriminación colectiva y actos racistas. Esa es la principal vocación con la que nació el manifiesto que distintas entidades gitanas elaboraron de cara al reciente Día Internacional del Pueblo Gitano, celebrado el pasado lunes 8 de abril, y que fue aprobado por el pleno del Consejo Andaluz del Pueblo Gitano para tal efemérides.
Un compendio que nace con vocación de decálogo del antigitanismo y que quiere servir para erradicar todos esos comportamientos que «dañan la convivencia y menoscaban gravemente la imagen social gitana».
Y es que, en pleno 2024, aún sigue siendo demasiado habitual la desventaja del colectivo en Andalucía, abocado a vivencias «impropias de nuestro estado de derecho que proclama como uno de sus principales pilares la igualdad de oportunidades».
Ayer, no sólo el Consejo de Gobierno de la Junta abordó y dio detalles sobre este manifiesto. En paralelo, el Parlamento de Andalucía acogió un Encuentro de las Hermandades Gitanas de Andalucía y las Pastorales de Gitanos bajo el amparo de las distintas diócesis de la región.
El acto sirvió para trasladar el sentimiento que la comunidad gitana imprime ya no sólo en la Junta, sino en el grueso de la sociedad civil. «Los gitanos sois esencia de Andalucía y en esta tierra se trabaja para que esa esencia no se quede solo en palabras», explicó el presidente del Parlamento, Jesús Aguirre, para añadir que se trata de un pueblo «fundamental en la historia de
Andalucía» por «su riqueza cultural y por una idiosincrasia única».
En ese sentido, Aguirre recordó que «la igualdad debe ser el camino que nos una a todos los ciudadanos y vosotros, los gitanos, tenéis que ser vistos por el resto de la sociedad de igual a igual, porque todos somos iguales», sin perder de vista que «no lo habéis tenido fácil». Por ello dio el máximo valor al encuentro pastoral, vía de «concienciación».
Se completó la jornada con un acto institucional celebrado en Sevilla que reunió a diferentes miembros del Ejecutivo regional pero también local, con el alcalde hispalense José Luis Sanz a la cabeza, además de conocidas personalidades de etnia gitana como el matador de toros Alfonso Oliva Soto. Tomó la palabra la consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles López, que señaló a la educación en valores como la fórmula para acabar con la discriminación: «Es crucial porque sin respeto, igualdad, tolerancia y libertad nunca seremos una sociedad de progreso».
La titular de Familias recordó que únicamente en Andalucía reside más del 40 por ciento de la población gitana de España, de la que destacó su «determinación firme y permanente». López se hizo eco no sólo del citado manifiesto, sino de la importancia del Consejo Andaluz del Pueblo Gitano, como medio para ser conscientes de las demandas que necesitan.
Por su parte, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, reivindicó «el trabajo y el diálogo» para defender la igualdad real por el pueblo gitano durante la participación en el acto con motivo de la conmemoración del Día Internacional del Pueblo Gitano. En su intervención, el alcalde de Sevilla manifestó en alusión a los insultos racistas recibidos por Quique Sánchez Flores, entrenador del Sevilla FC, que «decimos a todo el mundo que desde Sevilla, no vamos a aguantar ni un insulto al pueblo gitano».
Asimismo, Sanz explicó que «la estirpe gitana es única y ha aportado riqueza cultural y artística a nuestra tierra, Andalucía, y por esta razón vamos a seguir defendiendo la igualdad real del pueblo gitano». En este sentido, indicó que «los ciudadanos tenemos que dar un paso y estar en esa lucha, y, como ejemplo, en el Ayuntamiento de Sevilla hemos creado el Consejo Municipal del Pueblo Gitano».
El Parlamento acogió un Encuentro de Hermandades Gitanas que reconoció la «esencia» del pueblo