Secretismo y confrontación de versiones sobre la hospitalización del exvicepresidente Jorge Glas
«El exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas se encuentra internado en el hospital Naval de Guayaquil y su condición es estable», así lo confirmaba, al final de la tarde del lunes, un comunicado oficial del Servicio de Atención a Privados de Libertad (SNAI) en relación al traslado de Glas desde la cárcel de La Roca tras sufrir una posible descomposición por su negativa a comer.
Esta versión, que tardó horas en llegar, se contradecía con el parte policial difundido en el mediodía del lunes en el que se informaba de que el exvicepresidente estaba en «coma profundo autoinducido provocado por la ingesta de medicamentos ansiolíticos, antidepresivos y sedantes».
Ese reporte señalaba que la directora de Salud de Pascuales, al norte de Guayaquil, hizo la primera evaluación de Glas, quien «no respondía a los estímulos»; y añadía que los medicamentos habrían ingresado a la prisión con autorización del centro penitenciario. Ese reporte también aseguraba que Glas fue trasladado desde la cárcel La Roca hacia el Hospital Militar para una valoración con especialistas de neurología, medicina interna y cardíaca.
En el comunicado del SNAI se menciona que, tras el recuento de rutina, Glas no contestó a las llamadas de los agentes de la prisión por lo que se activaron los protocolos de seguridad y atención de salud, y que tras examinarlo se determinó que sufría una posible descomposición por negarse a consumir los alimentos facilitados por ese servicio. El SNAI no mencionó nada respecto de la supuesta ingesta de medicamentos que habría provocado «el coma». Glas regresó ayer a prisión tras una noche hospitalizado.