Suiza no está integrada en el sistema de las órdenes europeas de detención
La ‘estampida’ de investigados pone en un brete la causa que instruye la Audiencia Nacional
La ‘estampida’ de investigados pone la causa en un brete, porque se anuncia justo dos días después de que el j uez reclamase a l as defensas que aportasen un domicilio certero de cada uno de ellos para proceder a citarles como imputados. No es tampoco muy habitual que en una causa por terrorismo se dicte auto de imputaciones sin citar justo a continuación. Todos los señalados en la causa de Tsunami Democràtic saben que lo están y por delitos graves desde noviembre del año pasado. Wagensberg, de hecho, se había marchado ya antes de Navidad. Su caso, como el de Puigdemont, depende ahora del Tribunal Supremo.
De acuerdo a las fuentes jurídicas consultadas por ABC, no se ha producido ningún movimiento en el juzgado sobre la salida de la mitad del plantel. No consta. Tampoco la Fiscalía ha pedido diligencia alguna al respecto. No
Es un hecho que el destino escogido no es cualquiera, pues Suiza marca sus propias reglas y no está integrada en el sistema de las órdenes europeas de investigación. Siendo l a causa por delitos de terrorismo, la Audiencia Nacional tendría que dictar una orden internacional de detención, lo que implica ficha roja de Interpol ( localizar y detener) para proceder l uego a una extradición, según l as fuentes consultadas. Se trata de un proceso largo en el que el juzgado ha de motivar las razones para solicitar la entrega y someterse a lo que decida al respecto una instancia judicial helvética, que es incierto. Otra posible alternativa sería dictar una orden de detención sólo para cuando volviesen a territorio nacional, pero esto podría hacer encallar la causa a falta de sus comparecencias como investigados.
Refugio predilecto
Suiza se ha convertido en el refugio predilecto del independentismo, aprovechándose de su laxitud y las facilidades para tener residencia allí, como ya pudo comprobar la ex diputada de la CUP Anna Gabriel o la propia Marta Rovira, pues al tratarse de ciudadanos españoles, tanto ellos como sus familias, pueden entrar en el país presentando simplemente un documento de identidad o un pasaporte válido.
No se impone ningún visado de entrada ni obligación equivalente. El derecho de entrada sólo podría ser limitado por medidas que estén justificadas por razones de seguridad y de salud pública. Todo ello en virtud del acuerdo entre la Unión Europea y el país helvético sobre la libre circulación de personas, que reconoce también el derecho a abandonar el territorio suizo sin otro requisito que la presentación de un documento de identidad o de un pasaporte válido. Suiza no podrá imponer ningún visado de salida ni obligación equivalente. Es decir, los españoles tienen derecho a residir en el territorio helvético. En caso de que sean estudiantes, pensionistas o que no ejerzan ninguna actividad económica en el país, podrán fijar su residencia, con un permiso de cinco años, como mínimo, a condición de que prueben a las autoridades nacionales que disponen de medios financieros suficientes para no tener que recurrir a la asistencia social durante su estancia. También deben contar con un seguro de salud.
Rédito político
Es por estas facilidades que el secesionismo ha escogido Suiza como santuario, y desde allí se tratará de sacar rédito político a esta situación. De inmediato tras conocerse los hechos, los distintos líderes y partidos reaccionaron. «Manifestarse no es terrorismo. Ejercer derechos fundamentales no es terrorismo. Defender el derecho a la autodeterminación no es terrorismo», apuntó el expresidente Puigdemont. Unos días antes, Pere Aragonès comentaba: la causa contra Tsunami Democràtic está «viciada políticamente» ya que tiene «un objetivo político» porque una protesta «en ningún caso es terrorismo».
Falta por ver el impacto que tendrá el caso en una Cataluña a un mes exacto de las elecciones autonómicas. Relativo entre una mayoría de la población cada vez más refractaría a todo lo que emane del ‘procés’, mayor entre los sectores más movilizados y sensibles a todo el discurso de la confrontación. Sobre el papel, y aunque todos los partidos independentistas tienen implicados en el caso, es una dinámica que podría favorecer a Junts.