La valentía de Pagaza
Maite Pagazaurtundua es una mujer vasca que deja la política tras veintinco años de servicio, los diez últimos en el Parlamento Europeo. Regresará a Logroño, ciudad a la que tuvo que exiliarse con su familia para dejar de temer a diario por su vida por ser una autentica socialista. Yo no soy socialista, pero me alegro saber que una mujer que allá donde vaya irá con sus principios. Aunque perdamos a una política de verdad, seguiremos teniendo a una mujer con dignidad.
Maite Pagaza, igual que Sabater o Rosa Díez, fueron parte del auténtico Partido Socialista de Euskadi, hasta que Patxi López, candidato socialista a lendakari, maltrató a la candidata del PP, María San Gil, y a sus votantes solo con el propósito de alegrar a las emisarias de la ilegalizada Batasuna. Y colaboradoras de los asesinos de tantos socialistas. ¿Acaso te parece que es más de izquierdas atacar la Constitución y al Estado español que defender a terroristas? Eso le preguntaron los auténticos socialistas, ya que a populares y socialistas les unían manifestaciones y funerales.
Patxi López fue lendakari gracias a los votos de los populares. Les emparentaba tener que moverse con escolta, arriesgando sus vidas para defender las libertades. Eso creían
Pagaza y compañía, pero no fue así.
Poco tiempo después, Maite y muchos más dejaron el PSE. Entonces, como ahora, se negaba a que la paz se lograra de espaldas a la Justicia. El fin de la violencia no fue acompañado de la deslegitimación de sus causas. No pudo ser, y tras ganar la guerra se perdió la paz. Hoy la extrema izquierda vasca, que apoya a Sanchez y a la que aplaude Patxi, homenajea a sus pistoleros cuando los sueltan de las cárceles, condición indispensable para que le cuadren las cuentas de los votos a Pedro Sánchez. Por eso Pagaza cambió de partido, para defender sus principios, con intachable coherencia y dignidad. Gracias, Maite, por tu valentía.