DUDAS Y CERTEZAS
tante, el adelanto electoral no le ha venido bien porque es una incógnita cómo se comportará el voto prestado de Ciudadanos que vio en él una solución a la fractura y ahora ve cómo va a amnistiar a los condenados por sedición. Tal vez es ahí, sostienen en el PSC, donde está el origen de que, a la espera de la campaña, el techo ya haya sido alcanzado. «El PSC ya estuvo en su punto más álgido», dicen, o desean, desde ERC.
Fuera del inmenso ruido independentista para Junts y ERC la joya de la corona es el Palau de la Generalitat. Pere Aragonès ha sido el primer presidente de ERC desde el franquismo y no parece fácil que repita. En sus filas cunde el desánimo, aunque no dan el partido por perdido, entre otras cosas porque su influencia en Madrid y la debilidad parlamentaria de Pedro Sánchez también puede ser decisiva para presionar al PSC llegado el momento. En el Palau de la Generalitat se esfuerzan por hablar de gestión y de una política económica que consideran buena, a pesar de que el PSC y Junts le acusan de lo contrario. «Los gobiernos de la Generalitat han sido esencialmente positivos para Cataluña, los de CiU y los del PSC, hasta este de ERC», aseguran desde Junts, donde sienten que la
Generalitat merece el mayor de los respetos. Por eso Puigdemont dijo el martes en Rac1 que no volverá a España para hacer un acto de partido, sino para hacer un acto de president. Puigdemont quiere emular a Tarradellas y su «ya soc aquí» por dos motivos: porque en su mente está la necesidad de ser restituido y rehabilitado y porque para su entorno la liturgia en torno a la Generalitat y el 130 president es muy importante.
Además, en ERC hay otro problema.
La bicefalia entre l a Generalitat de
Aragonès y el partido de Oriol Junqueras, que asiste a un giro en
Pacto imposible
Las encuestas no son concluyentes. La primera pregunta es si sumarán los independentistas. Si no es así y las elecciones las gana el PSC, como parece, no hay certeza alguna de que ERC o Junts apoyen a Illa de primeras. Y nada apunta a una suma alternativa. Una repetición garantiza a Sánchez unos meses más en La Moncloa y volver a votar con la amnistía ya aprobada y no en pleno debate parlamentario.
El reflejo de Madrid
Todo análisis postelectoral del 12-M tiene su reflejo en Madrid, porque Junts y ERC son socios necesarios de Pedro Sánchez para conseguir una gobernabilidad que no ha logrado en los primeros cinco meses de Gobierno. Al PSOE no le vendrá mal para recuperase en las encuestas que maneja, que le dan un severo castigo por la amnistía.
Fecha de la repetición
Tras las elecciones, hay un plazo de 20 días hábiles para la sesión constitutiva, más otros 10 días para celebrar primera sesión de investidura (máximo 25 de junio). En ese momento se abre un plazo de dos meses para la elección del presidente. Si no se consigue, se disuelve el Parlament y se convocan elecciones entre 40 y 60 días después. Resumen: nuevas elecciones entre final de septiembre y mitad de octubre.
los acontecimientos en los que de repente el listo es Carles Puigdemont, que será amnistiado sin haber pisado la cárcel, y el candidato a la Generalitat es Pere Aragonès porque él sigue inhabilitado y no se puede presentar. Oficialmente, tanto en el partido como en el Palau de la Generalitat niegan discrepancias y disputas, pero es un hecho que la bicefalia a lo PNV-Ajuria Enea que han improvisado en esta situación exige un rodaje de decenas de años. Y el ruido interno tampoco ayuda para pedir el voto.
En la derecha constitucionalista, todo apunta a que al PP le irá bien con su candidato, Alejandro Fernández, a pesar de que es sabido que no era el nombre preferido de Alberto Núñez Feijóo. Le irá bien porque ahora tiene unos exiguos tres diputados y porque le beneficiará la ola general de ascenso del partido en toda España, incluida Cataluña en las generales, cuando consiguió un 13% de los votos adelantando a ERC, a Junts y sacándole casi seis puntos a Vox. Tanto a Alejandro Fernández como a Ignacio Garriga, candidato de Vox, la repetición electoral les afecta colateralmente porque, a tenor de las encuestas, no están llamados a formar parte de ningún pacto de gobierno, de modo que nadie podrá echarles la culpa.
¿Y en Madrid, qué?
Todo lo anterior tiene vínculos en Madrid, porque ERC y Junts son dos socios necesarios para que Sánchez pueda gobernar. La legislatura no acaba de arrancar, no hay Presupuestos para 2024 ni agenda legislativa más allá de la amnistía. Otra cosa es que eso signifique que Pedro Sánchez pueda caer, y eso son palabras mayores. En La Moncloa se vive al día y la presión por esta legislatura interruptus es menor. Si hubiera una repetición electoral en Cataluña, la legislatura nacional seguiría en ‘stand by’ unos meses más, lo que a La Moncloa no le va mal, porque la amnistía ya estaría aprobada, el ruido al respecto se vería notablemente reducido, y el rechazo en el resto de España, tamizado. Todo partiendo de otro dato: las encuestas internas que se manejan en La Moncloa son de todo menos buenas.
La pregunta del millón es: ¿en caso de ganar las elecciones, será capaz Salvador Illa de pactar en Cataluña, ya sea con ERC o con Junts, provocando el desaire al otro partido y condenando a Sánchez a perder ese apoyo en el Congreso? Esta cuestión pone muy nerviosos a los partidos independentistas, que se miran con recelo. Para responderla es importante tener en cuenta que el PSC y el PSOE son partidos distintos, por lo tanto pueden hacerlo, y que no es lo mismo ganar con 40 que con 33. Como ya apuntó Salvador Sostres en ABC, a Illa no le falta arrojo para tal cosa tras años de trabajo en aras de ser el partido más votado, por lo que no es una opción en ningún caso descartable. Y en La Moncloa lo saben.
Entre tanto, al PP nacional tampoco le va mal. Su estrategia de oposición frontal a Sánchez va dando sus frutos y Feijóo no para de subir en las encuestas, sin que Vox se recupere y con el PSOE en su suelo electoral. El portavoz Tellado ha preparado un ejército de portavoces para no dejar pasar una en el Congreso y, esto es lo más importante: en Génova 13 se confía en llegar al verano con mejoras en las elecciones vascas del 21 de abril, las catalanas del 12 de mayo y las europeas del 9 de junio. Que siga la ola.
El resultado en el Parlamento vasco también es i mportante, porque aunque todo apunta a una suma PNVPSE, aquí se abren dos dudas: ¿ y si gana Bildu, como apunta la en cuesta de hoy de GAD3 para ABC? ¿Y si el PNV y PSE no suman y necesitan apoyos para para gobernar?
Todos estos escenarios influyen también en las estrategias a nivel nacional, de modo que, como en un permanente efecto mariposa, la política española nunca debe analizarse con una sola mirada.