Dortmund promete una tortura
► El Atlético llega con ventaja de un gol para combatir el ambiente encendido de la ciudad
Dortmund es el último obstáculo que se le presenta al Atlético de Madrid para situarse entre los cuatro mejores equipos del continente por primera vez en siete años. Pero en la vertiente negra y amarilla del oeste de Alemania llevan sin disfrutar de una semifinales de la Champions League desde el año 2013, por lo que ansían que su espera llegue a su fin. Para ello, se acogen a uno de los argumentos con el que tratan de atemorizar a todo aquel que pisa su feudo: la tortura del Signal Iduna Park.
Durante el día previo a la cita europea, el ambiente en la ciudad y las mediaciones del estadio nada tiene que ver con lo que vivirá esta tarde. Debido a las frías temperaturas y el desapacible tiempo, no se respira un ambiente de fútbol. Entre la hostelería, se vislumbran contadas camisetas rojiblancas y algunas banderas amarillas. Son pocas las almas que recorren los aledaños del templo del Borussia Dortmund, pero buena parte de ellas lo hace ataviada con los colores del equipo de su ciudad. Y todos ellos coinciden en que a partir de las 21 horas, en cuanto el balón eche a rodar, los de Simeone se encontrarán con un auténtico infierno.
«El ambiente que se vive en nuestro estadio siempre es espectacular, es el mejor del mundo. Pero mañana [por hoy] será más especial por lo que nos jugamos», asevera un aficionado. Una señora que acostumbra a pasear por la zona junto a su perro admite que ni el fútbol ni el Dortmund son de su agrado, pero admite que «toda la ciudad sabe de este partido, seas hincha o no». Un joven, tras abandonar unas instalaciones deportivas ubicadas junto al recinto, confirma que será un culpable más de la ensordecedora atmósfera del Signal Iduna Park. «Lo mejor de nuestra afición es que no para de animar durante todo el partido, sin importar cuál sea el resultado», algo que ratificaron los miles de alemanes que estuvieron en el Metropolitano en el encuentro de ida.
La prensa alemana, que acostumbra durante toda la temporada a convivir con las gradas abarrotadas por aficionados del Dortmund, coincide con ellos en su análisis. «Es uno de los mejores estadios de Europa en cuanto a afición. Es impresionante», mantiene un periodista de ‘Prime Video’, una de las televisiones con los derechos de la Champions en Alemania. Aunque también añade que no es garantía de éxito, puesto que durante esta campaña los de Terzic se han dejado valiosos puntos ejerciendo como locales. «Cuando sales al campo en este estadio, estás obligado a darlo todo y lo mejor de ti. Es algo único», dijo el técnico alemán.
El Atlético, a sufrir
Axel Witsel Jugador del Atlético de Madrid «El ambiente aquí es muy caliente, parecido a nuestro estadio. Sabemos que no va a ser un partido fácil»
Edin Terzic Entrenador del Dortmund «Cuando sales al campo en este estadio, estás obligado a darlo todo y lo mejor de ti. Es algo único»
Por su parte, el Atlético afronta la ardua tarea de defender la ventaja de un gol (2-1) que cosechó en Madrid para volver a unas semifinales. Una de las ideas más repetidas por Simeone y sus jugadores desde el pasado miércoles ha sido la necesidad de sufrir para conseguir el pase. Aunque la calidad del equipo que tienen en frente no llega a ese calibre, el equipo rojiblanco apela al espíritu de resistencia que demostraron años atrás en Múnich y Liverpool para sobreponerse a los momentos de angustia que se darán durante los noventa minutos, si no 120.
Axel Witsel, que jugó como local en Dortmund durante cuatro temporadas, sabe que será una atmósfera hostil, pero a la que nada tiene que envidiarle el feudo rojiblanco. «El ambiente aquí es muy caliente, parecido a nuestro estadio. Sabemos que no va a ser un partido fácil», opinó el belga. Simeone aventuró que el empuje de su parroquia será determinante en el inicio del encuentro, pero confía en que el desenlace sea favorable a los suyos. «Es un equipo muy fuerte en su casa, que empezará con un ritmo alto. Tenemos que mantener el nivel de los últimos partidos. Será una noche de Champions de las buenas», concluyó el argentino. El cuadro colchonero estará arropado por 4.000 aficionados en lo que supone el mayor desplazamiento de la historia del club, sin contar con finales. Todos ellos con la esperanza de que «el equipo que nunca deja de sufrir» salga ileso de la tortura de Dortmund.
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