Armengol usurpa las funciones del Pleno para despachar al Senado
► La Cámara Alta rechaza que la Mesa del Congreso tenga legitimidad para responder al choque institucional ► El PP recuerda que es el Tribunal Constitucional el que debe decir si es procedente o no el requerimiento
Suenan las alarmas en el Senado, inmerso en la mañana de ayer en un simulacro de evacuación que casaba a la perfección con el incendio que se estaba produciendo a nivel institucional. El pitido constante coincidió con el anuncio de la Mesa del Congreso de rechazar el requerimiento realizado por el Pleno de la Cámara Alta el pasado miércoles. Una respuesta que, lejos de cerrar la herida entre instituciones, sirvió para enconar más el conflicto, al entender la Presidencia del Senado que la respuesta debía llegar vía Pleno y no a través del órgano de control, al que acusó de querer usurpar sus funciones a los diputados.
Es la misma interpretación que hicieron los miembros del PP en la Mesa del Congreso, donde volvieron a batallar en solitario, sin éxito, contra la mayoría que ostentan en este órgano el PSOE y Sumar. Sorprende la celeridad con la que la Cámara Baja ha dado respuesta al Senado, dejando ahora en manos de los populares tomar la decisión de si acuden ya al Tribunal Constitucional ( TC) para que resuelva el conflicto entre ambas cámaras legislativas o si exploran otras vías, a la espera de que la ley de amnistía, la causa de todo, sea aprobada y recurrida ante el órgano de garantías.
La propuesta de acuerdo de los letrados del Congreso sobre el requerimiento del Senado, filtrada ya anteayer, antes de la reunión de la Mesa de la Cámara Baja, era desestimar la petición de la Cámara Alta por «improcedente» y no solo no retirar la ley de amnistía, como pedía esta, sino instarle a tramitarla con normalidad. Las anotaciones jurídicas, un anexo en el índice rojo de cara a la cita del órgano rector del Congreso, distaban mucho del criterio emitido por sus homólogos del Senado. Pero los populares ni siquiera entran en el fondo, sino que cuestionan el procedimiento al entender que el que debía responder al conflicto planteado por la mayoría de senadores era el Pleno del Congreso.
«La Mesa se ha extralimitado», lamentaban ayer fuentes del PP con asiento en este órgano, donde intentaron convencer a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, de que convocase un pleno extraordinario para que se pronunciasen todos los grupos parlamentarios. Los populares se refieren a dos artículos del Reglamento de la Cámara Baja para cimentar sus argumentos: el 31, donde no se cita en