CON LA SALUD NO SE JUEGA
LA calidad y prestigio de que goza la sanidad pública española contrasta en ocasiones con la irresponsabilidad e ineficiencia que manifiestan algunos gestores políticos en el desarrollo de sus funciones, empañando así el buen hacer y la positiva imagen del conjunto del sistema sanitario. Prueba de ello es la denuncia que ha presentado el jefe del servicio de Ginecología del Hospital de Puertollano, en Ciudad Real, ante las irregularidades detectadas en la contratación de varios facultativos. La falta de personal médico que padece Castilla-La Mancha se está solventando con la incorporación de doctores extracomunitarios que carecen de las condiciones exigidas para ejercer una especialidad, como es el caso de la Ginecología, con el riesgo que ello supone para la salud de los pacientes. En concreto, este centro contrató a tres médicos venezolanos sin la formación quirúrgica necesaria ni el correspondiente título oficial homologado, así como a una doctora argentina que no cuenta con los requisitos mínimos que fija el Ministerio de Sanidad para ejercer como ginecóloga. Las irregularidades han llevado al jefe de servicio del centro a acudir a los tribunales con el fin de descargar posibles responsabilidades futuras en caso de negligencia.
En un campo tan delicado y complejo como el de la medicina, la formación del personal es clave, de ahí que sea tan importante el rígido y escrupuloso cumplimiento de todos los procedimientos necesarios para la obtención y homologación de títulos, puesto que cualquier fallo o diagnóstico erróneo puede ser fatal. Lo peor de todo, sin embargo, es que, a pesar de los hechos denunciados, el Gobierno regional del PSOE justifica la contratación bajo el argumento de que solo «realizan labores complementarias», lo cual es un desatino. Con la salud, simplemente, no se juega.