Cerrado hasta nueva orden
Además de las manifestaciones convocadas para poner en escena el rechazo demócrata a la gestión presidencial, el primer aniversario de Trump en la Casa Blanca estuvo ayer señalizado por los carteles que, en numerosos edificios federales, advertían al público sobre el cierre gubernamental provocado por la falta de acuerdo del Congreso para firmar un nuevo presupuesto. Como sucedió en 2013, durante el mandato de Barack Obama y a lo largo de dieciséis días, alrededor de 800.000 funcionarios, considerados «no esenciales», se quedarán en sus casas ante la falta de dinero público para pagar sus nóminas. «Necesitamos más republicanos para acabar con este caos», escribe Donald Trump en las redes sociales para movilizar a los suyos y abrir de manera oficiosa la precampaña de las legislativas de este año, examen al que el presidente de Estados Unidos se someterá el próximo noviembre para medir la solidez de sus apoyos. Ahora no se enfrenta a Hillary Clinton, sino a sí mismo.