NO SE PUEDE DILAPIDAR EL LEGADO ECONÓMICO
EL Gobierno de Pedro Sánchez no solo ha recibido de Mariano Rajoy los Presupuestos Generales del Estado de 2018, cuya entrada en vigor tendrá lugar la próxima semana, sino que también hereda una economía en plena recuperación después de superar la mayor crisis sufrida en décadas, gracias a la correcta senda de reformas y ajustes emprendida en los últimos años. El país logró transitar de una profunda y larga recesión a finales de 2011, cuando el PP llegó al poder, a encabezar el crecimiento de las grandes potencias europeas, tras experimentar cuatro años consecutivos de avances en el PIB, siendo los tres últimos superiores al 3 por ciento interanual, muy por encima de la media de la zona euro. Igualmente, España ha pasado de registrar la mayor destrucción laboral de la historia, con más de 3 millones de trabajos esfumados, a crear más de 500.000 puestos al año, hasta el punto de recuperar el 80 por ciento del empleo total destruido durante la crisis.
Asimismo, las exportaciones y el sector turístico alcanzan números récord, mientras que el saneamiento del sistema bancario ha despejado las grandes dudas que se cernían sobre el conjunto de la economía nacional, permitiendo así la reapertura gradual del crédito, al tiempo que el mercado inmobiliario mejora de forma sustancial. El déficit público, por su parte, ha bajado de casi el 10 por ciento del PIB al 3,1 registrado en 2017, y, si bien es cierto que la deuda se mantiene en un nivel muy elevado, superior al 98 por ciento, el Estado ha recuperado su solvencia, evitando con ello la quiebra que llegó a bordear años atrás. Ahora dependerá del Ejecutivo socialista no dilapidar este positivo legado ni la confianza que tanto costó restablecer a base de mucho esfuerzo y sacrificio.