La normalidad de los Reyes en una situación excepcional
Don Felipe y Doña Letizia defendieron en Cataluña su «proyecto integrador»
Los Reyes completaron ayer con relativa normalidad su estancia de dos días en Gerona, a pesar de la situación excepcional que vive Cataluña. De nada sirvieron los esfuerzos de los separatistas, que llevan casi un año intentando boicotear cualquier acto de la Corona en esa comunidad autónoma y, en concreto, los de la Fundación Princesa de Girona.
’Con el fin de impedir su celebración, los independentistas vetaron primero el uso del Auditorio municipal de Gerona, escenario de los actos de la Fundación desde sus comienzos, hace nueve años. Después, el Ayuntamiento de esta ciudad declaró persona non grata al Rey. A continuación, las autoridades separatistas catalanas, incluida la alcaldesa de Gerona, Marta Madrenas, alentaron a los llamados comités de defensa de la república a protestar contra la presencia de los Reyes. Y, finalmente, fue el presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, quien dimitió como vicepresidente de la fundación, se autoexcluyó de los actos de la Corona y prohibió también que acudieran a los miembros de su gobierno autonómico.
Pero, a pesar del asedio independentista, Don Felipe y Doña Letizia pudieron desplazarse a Cataluña, transmitieron su mensaje integrador y presidieron, un año más, los actos de la Fundación Princesa de Girona, que reunió en Gerona a 750 personas entre el jueves y el viernes.
Espacios alternativos
A falta de Auditorio, los Reyes buscaron escenarios alternativos, y si el jueves entregaron los premios en Mas Marroch (Vilabrareix), el espacio entre tierras de cultivo que les cedieron los hermanos Roca; ayer se reunieron con cerca de trescientos jóvenes en el hotel Camiral (Caldas de Malavella), un establecimiento alejado del núcleo urbano y rodeado de campos de golf. Con el fin de que los separatistas no reventaran los actos ni molestaran a los asistentes, se reforzaron las medidas de seguridad en los accesos, donde la presencia de los agentes disuadió a las pocas decenas de manifestantes que intentaron acercarse. Ayer, apenas una veintena de ellos se manifestó ante la entrada del hotel que albergó el acto.
Si el jueves fue el día de la entrega de los premios y el discurso institucional del Rey, ayer los protagonistas fueron los cerca de trescientos jóvenes que participaron en el programa «Rescatadores del talento» cuyo objetivo es ayudar a encontrar el primer empleo. En esas circunstancias, el Rey se quitó la corbata y se puso una veraniega chaqueta mil rayas para reunirse con los jóvenes, la mayoría de los cuales eran los primeros miembros de sus familias que han pasado por la Universidad. El objetivo de este programa es contribuir a la igualdad de oportunidades, así como fomentar la movilidad entre Comunidades Autónomas. Una experiencia que, según el Rey, «contribuirá decisivamente a la mejora de su empleabilidad».
El Sitio de Gerona
Durante su estancia en Cataluña, el Rey lució en la solapa de su chaqueta la insignia de la condecoración conmemorativa del Sitio de Gerona, que recuerda la resistencia de la ciudad en la Guerra de la Independencia Española contra la invasión de los franceses. A pesar de todas las dificultades creadas por los separatistas, los Reyes pudieron cumplir tanto el jueves como el viernes su programa previsto en Gerona y apoyar lo que Don Felipe definió como «un proyecto integrador y sin exclusiones» en una Cataluña profundadamente dividida. «Construir para los jóvenes es lo que siempre ha hecho la Fundación Princesa de Girona», afirmó el Rey. «Siempre construir. Ayer, hoy y mañana. Y construir para los jóvenes es lo que seguirá haciendo».