La enseñanza del español se impone en las aulas británicas
∑ Un informe señala que en el año 2020 será la lengua extranjera más estudiada
El auge del idioma de Cervantes en las escuelas británicas continúa; está de moda aprender español en el Reino Unido y no es algo transitorio. El British Council se ha dado cuenta de ello refrendándolo con informes muy favorables. Ahora asegura que nuestra lengua superará al francés como la principal lengua extranjera en las aulas británicas en los próximos años.
Algo más meritorio aún si analizamos el último estudio que este organismo ha lanzado y que asegura que, a pesar de que el estudio de idiomas en las aulas de Inglaterra continúa cayendo, el español es el único que rompe la tendencia de derrumbe generalizado.
Con los datos que el British Council aporta en su estudio, nuestra lengua se situaría por delante del francés como la extranjera más estudiada en Inglaterra en 2020, en el caso de los alumnos de secundaria, y en 2025 para los alumnos de bachillerato.
En el primer caso, los que eligen el español duplican ya a los que se decantan por el alemán y se sitúan en 7.600, mientras que en la etapa preuniversitaria nuestro idioma es el único que continúa creciendo en número de estudiantes, pasando desde los 87.519 de 2015 hasta los 90.544 del año pasado.
Una de las consejeras del British Council, Vicky Gough, explica el porqué de esta situación. «Existe una percepción de que el español es más fácil de aprender que otros idiomas, lo que puede explicar en parte su popularidad, junto con el hecho de que España es el destino vacacional más popular para los británicos».
Sin embargo, los jóvenes británicos asocian más el aprendizaje del español a ámbitos laborales. En este sentido, perciben que estudiar español es más útil que aprender otros idiomas europeos porque se puede usar, además de en España, en América Latina. Una simple visión de futuro unida a una conciencia clara de que la demografía y la economía están de su lado, con el mundo hispánico teniendo un peso cada vez mayor, a lo que ayuda que se nos vea como una comunidad homogénea de hablantes.
Con los datos en la mano, está claro que el español es el único que se salva de un informe que deja mal paradas a las escuelas británicas en lo tocante al aprendizaje de idiomas. Desde hace unos años, los lingüistas llevan advirtiendo del problema, y ahora el brexit acrecienta ese temor. De hecho, en una encuesta de este mismo año, realizada también por el British Council, se advierte de que más de un tercio de las escuelas secundarias consideran que la salida de Reino Unido de la UE ha tenido un impacto negativo en la motivación de los estudiantes y en las actitudes de los padres hacia el aprendizaje de idiomas. Si hablamos de estadísticas, en los últimos doce años el francés ha perdido a casi un tercio de los estudiantes en los institutos; pero lo que preocupa de verdad es la enseñanza del idioma alemán, que ha bajado un 37 por ciento. Una cuarta parte de las escuelas estatales que lo ofrecían en los últimos tres años ya no lo hacen. Por eso, en perspectiva, los datos sobre el español que ha dado a conocer el British Council son esperanzadores. Se unen, además, a los que ya están sobre la mesa: está implantado en el 77 por ciento de los centros públicos de secundaria y en el 98 por ciento de los privados. A ello hay que sumar la alta popularidad que tiene; así lo constataba ya un informe realizado el pasado año que aseguraba que es la lengua extranjera que más le gustaría aprender a la población adulta en Reino Unido, con una amplia diferencia sobre el francés.