«El Festival es cita obligada en el calendario teatral»
El género «El teatro clásico ha mejorado mucho. Se nota la preparación de los artistas y el fomento de la programación»
Benjamín Sevilla, codirector junto a Germán Vega, de Olmedo Clásico, comenta en esta entrevista la buena salud del Festival y el impacto cultural y económico del mismo, para la Villa de Olmedo. Las ediciones precedentes dan una experiencia que se vuelca sobre esta y ayudan a mejorar la calidad. — ¿Qué criterios ha seguido en la presente edición? —Cuando termina el festival, comienza de inmediato la siguiente edición. Se abre un periodo de propuestas para las compañías y se hace un seguimiento de ellas. También se busca un equilibrio entre los dramaturgos y las obras. Tenemos en cuenta lo que se refiere a su mayor o menor grado de riesgo estético. Es importante la presencia de compañías de todo el territorio nacional, y atraer alguna producción internacional. Pero, muy especialmente, pensamos en nuestro público y en acompasarnos con sus preferencias. —¿Qué momento atraviesa el teatro clásico en España? —Hemos vivido años en los que el teatro clásico ha mejorado ostensiblemente, sobre todo, en calidad. Se nota la preparación de los artistas y el fomento de la programación de los festivales especializados; sin embargo, la crisis ha puesto a prueba estos logros y se nota ahora. Los montajes de teatro clásico requieren un número de personajes alto, que dificulta su viabilidad económica, porque los organismos oficiales son reacios a ayudar económicamente: ignoran que la cultura es un bien primordial. Aunque pueda haber menos donde elegir, la oferta sigue siendo suficientemente rica y variada. —Los espectadores de Olmedo Clásico votan después de las representaciones. ¿Le ayuda para la programación del año siguiente? —Hay que estar muy pendiente de la respuesta del «respetable» al fin de cada espectáculo, porque es el mejor indicador. Pero también nos ayudan mucho sus votaciones porque es un muestreo estadístico. Los resultados son muy variopintos, aunque la obra ganadora siempre concita el máximo consenso. Y hay que considerarlos en la programación de los festivales futuros. —¿Qué es lo que más valoran los espectadores que asisten al Festival? —La calidad de las propuestas; es decir, el trabajo de directores, actores, etc. Los espectadores acuden atraídos por el interés del dramaturgo, el título de la obra, la trayectoria de la compañía o la identidad de algunos de los actores, pero, al final, lo que sus votaciones reflejan es la calidad de lo visto, independientemente, de que las propuestas sean tradicionales o innovadoras. —¿Qué porcentaje de espectadores de la villa de Olmedo acude a las representaciones? —Del propio municipio, un 30%, una cifra extraordinaria, que refleja bien los cimientos sólidos del Festival. Los olmedanos lo consideran como algo propio. El grueso de las localidades, personas de nuestra comunidad autónoma. Y la siguiente, Madrid. Pero progresivamente han aumentado los espectadores de otras partes de España y de fuera también. —¿Cuál es la repercusión de Olmedo Clásico en la actividad comercial de la villa? —El festival nos ha situado en el mapa cultural de España. El apoyo mediático ha sido decisivo. También el recibido por parte de instituciones como la CNTC. Olmedo Clásico es una cita obligada en el calendario teatral. También nuestro público se hace más experto y las compañías lo saben. En cuanto a las repercusiones económicas, cada año hay unos ocho mil espectadores que utilizan la hostelería y el comercio. Estos son los primeros beneficiarios, pero la repercusión llega al resto del tejido económico. El refuerzo positivo de la imagen de Olmedo durante el festival hace que turistas y empresarios elijan Olmedo para sus viajes o sus negocios. La cultura es un recurso importante que progresivamente adquiere mayor relevancia —Las Jornadas de este año se titulan «El teatro del Siglo de Oro en la era digital», ¿los medios digitales han cambiado la difusión del teatro clásico? —Las Jornadas son un componente fundamental de Olmedo Clásico, porque estos encuentros son un semillero y escuela de espectadores que hacen posible el crecimiento de los clásicos. En la presente edición hemos reunido a profesionales del escenario con documentalistas, investigadores para que opinen sobre cómo ha cambiado la forma de representar, estudiar o difundir el teatro del Siglo de Oro en este tiempo en que se han normalizado las herramientas digitales. Interesa reflexionar sobre si este mundo digital puede comportar un cambio cualitativo en nuestra relación con los clásicos. —¿Se despierta el interés entre los más jóvenes a través de Olmedo Clásico en Familia? —«Clásicos en familia» cuenta con el objetivo de crear afición en los de menor edad, porque estos hábitos y aficiones les acompañarán siempre. La tarea es complicada por la competencia feroz de otras propuestas lúdicas, como las que les enganchan a las pantallas de móviles y ordenadores; y también porque la oferta de espectáculos es corta. Sería deseable que los profesionales se animasen a hacer más adaptaciones de calidad, porque esto fideliza a los clásicos de los niños y jóvenes. —¿Cómo va la venta anticipada? —Va francamente bien. Este año continúa el progresivo aumento, pero que nadie se desanime porque todavía hay entradas a los doce espectáculos.