Schröder y su quinta esposa, una pasión más allá del fútbol
El excanciller alemán sufrió desde la grada la derrota de su selección frente a Corea del Sur en el Mundial de Rusia, junto a su nueva mujer
El excanciller alemán Gerhard Schröder (74) solía decir en público que «se puede gobernar Alemania sin ‘‘Bild Zeitung’’, pero no se puede gobernar Alemania contra ‘‘Bild Zeitung’’», en referencia al periódico con mayor tirada de Europa. Seguramente por eso se casó en cuartas nupcias con una de sus periodistas estrella, Doris Kopf, ganando muchos puntos gracias a esa estrecha relación. Pero todo eso pasó. Schröder fue derrotado por Angela Merkel, Doris y él se divorciaron y el excanciller entabló una nueva relación con una de las mujeres menos queridas en Alemania, especialmente después de la derrota en Rusia. A sus 73 años de edad, sorprendió al presentarse acompañado de su nuevo amor, una coreana de 48 años, su intérprete en viajes por Asia y de la que habla como su «nueva felicidad».
La quinta boda
Se trata de So-Yeon Kim, que además de traducir representa intereses comerciales del estado federado de Renania del Norte-Westfalia en Corea del Sur y con la que Schröder acudió al estadio a presenciar el partido, él de traje oscuro, quizá presintiendo el luto, y ella de rojo como la bandera de su país. A principios de mayo se casaron discretamente, pero la gran fiesta de celebración será celebrada el próximo 5 de octubre nada menos que en el opulento Hotel Adlon de Berlín. Se rumorea en la capital alemana que está invitado Vladímir Putin, que solo dos días después celebra su 66 cumpleaños y que disfrutaría de un largo fin de semana de fiesta, una idea que incomoda a medio Partido Socialdemócrata (SPD), al que todavía pertenece Schröder y que no desea hacerse fotos festivas con el presidente ruso.
Schröder, último canciller socialdemócrata de Alemania y que estuvo en el poder entre 1998 y 2005 en coalición con los Verdes, no ha sido muy reservado en sus relaciones sentimentales, muy seguidas por los medios alemanes. La ruptura con su tercera esposa, Hiltrud, en 1997 y siendo aún él aspirante a la Cancillería, fue seguida practicamente al minuto por la prensa más popular, que relató cómo ésta lo puso físicamente en la calle con un par de maletas al enterarse de su romance con una periodista.
A ese episodio siguió la difusión de curiosos detalles sobre los «motivos» del político, sugiriendo fuentes cercanas que se sentía presionado por el rigor de Hiltrud, comprometida políticamente y vegetariana radical, que no le permitía comer su comida preferida, las típicas salchichas picantes alemanas.
Compensación por el dolor
Su idilio con la coreana también ha sido generosamente salpimentado con detalles, como la demanda presentada por parte del exmarido de Kim Soyeon, por presuntamente haber destrozado su matrimonio. El exesposo ha presentado una querella en un tribunal de Seúl, donde solicita una compensación de 100 millones de wones (722.000 euros) por el «insoportable dolor» que le ha causado la ruptura de su familia. Sostiene además que aceptó firmar el documento de divorcio porque ella le prometió que terminaría su relación con Schröder, pero le engañó, porque nunca tuvo la intención de hacerlo, según ha publicado Yonhap en Corea y han difundido profusamente los medios alemanes. Otro de los argumentos que ha esgrimido en varias entrevistas es que su reputación quedó mancillada cuando su exesposa dijo en una rueda de prensa, al anunciar su futuro matrimonio con el excanciller alemán, que llevaba varios años divorciada, cuando en realidad se divorciaron en noviembre de 2017. En la conservadora Corea del Sur, la figura de adulterio fue considerada un delito hasta febrero de 2015 y el Código Penal establecía penas de hasta dos años de cárcel para los infieles y sus amantes.
Todo este ruido rosa despista sobre la verdadera actividad de Gerhard Schröder, que desde que salió de la Cancillería ha estado trabajando para poderosas empresas rusas en negocios muy lucrativos. Su último nombramiento, como miembro del consejo de vigilancia de la petrolera estatal rusa Rosneft, ha sido seriamente criticado tanto por la canciller Merkel como por la directiva del SPD.
PUTIN Dicen que ha sido invitado a la fiesta del enlace del excanciller, en octubre