Pastora Vega «El ácido hialurónico me quita años de encima»
La actriz, a sus 58 años, confiesa a ABC su secreto para mantenerse joven sin «modificar» sus rasgos
Por fin una estrella que no dice que el secreto de su juventud es dormir ocho horas y beber mucha agua. Pastora Vega admite que se cuida y que se «pincha» de vez en cuando, y no tiene reparo en contarlo. «Tengo 58 años, y el paso del tiempo y la gravedad van de la mano. Ponerme vitaminas y ácido hialurónico me quita años de encima sin modificarme los rasgos», explica. «Es una de las mejores inversiones, y complementa muy bien el proceso de cumplir años», comenta a ABC. Y hace un par de meses, la actriz ha probado, de la mano del doctor Moisés Amselem –su médico estético de cabecera–, el nuevo lifting de cuello con agujas que ha creado este profesional. «Con estas infiltraciones, la piel de mi cuello mejoró bastante desde el primer momento, y a día de hoy la mejoría ha sido tan espectacular que estoy segura de que esta técnica va a arrasar», asegura.
¿En qué consiste? Se trata de infiltrar Hydroxytec (una nueva hidroxiapatita cálcica, con una concentración del 56%, la más alta del mercado) para reponer el volumen perdido en la parte trasera del cuello e inducir el colágeno, e infiltrar un ácido hialurónico de mediana densidad en la parte delantera, en pequeños depósitos y trazando vectoriales para retensar la piel descolgada y mejor el aspecto del fotoenvejecimiento. No duele (el producto incorpora un anestésico) y las sesiones son de cinco minutos. «Solo funciona en casos de flacidez moderada, pero en éstos, la mejoría se nota desde el primer momento, es más evidente a las tres semanas y queda instaurado a los 4 meses, siendo la duración de efecto de un año aproximadamente», nos explica el propio doctor.
Pastora usa también las cremas y sueros de Moisés Amselem («porque tienen una base médica y están formulados con principios activos puros»), el aceite para el pelo de Moroccanoil, la bruma Fix’Make Up de Clarins («la llevo siempre en el bolso para refrescar el maquillaje a lo largo del día, cuando voy en avión…») y el maquillaje compacto de Clinique.
Su truco de belleza casero, desde que era casi una niña, es frotarse cubitos de hielo por la cara para despertar su piel y cuando tiene muy mala cara, la sumerge entera en el lavabo lleno de hielos. «Activa de tal manera la circulación, que recupero el buen tono al momento».
Pero la protagonista de la serie «Nada es para siempre» no solo se preocupa de su exterior. Mantiene su espíritu y su cuerpo en forma, y esa es la clave de su belleza serena. «No basta con cuidarse por fuera, hay que cultivar la felicidad, trabajarse el estar bien y en paz con uno mismo», declara. «Siempre hay crisis, picos y una se pierde de vista a si misma. Cuando esto me pasa, practico una especie de meditación particular, y vuelvo a retomar mi eje». El ejercicio es para ella otro asidero de felicidad. «Lo noto en el ánimo, en los huesos, en todo. Practico cross fit con todas las pesas y maquinas que hay en el gimnasio», señala. La presentadora tiene muy claro que si estamos en la onda de darnos a las mujeres nuestro sitio de una vez por todas, lo primero que tenemos que hacer es colaborar con nosotras mismas, y no darle demasiada importancia al físico. «¿Por qué los hombres calvos, canosos o con tripa pueden ser atractivos y nosotras no?».