ABC (Castilla y León)

«Es alarmante el desconocim­iento que tiene Podemos sobre la Policía»

▶ El SUP exige a Marlaska que desautoric­e a UP en sus ataques a los agentes por las pistolas Táser

- CRUZ MORCILLO MADRID MÁLAGA

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha exigido al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que desautoric­e a su socio de gobierno, Unidas Podemos, «ante el ataque gratuito e injustific­ado al que ha sometido a la Policía Nacional su diputado, Enrique Santiago». El origen del nuevo encontrona­zo es la proposició­n no de ley presentada en el Congreso por el diputado de Podemos para limitar el uso de pistolas Táser (descargas eléctricas) por parte de los agentes. El fin, según la propuesta, es «evitar riesgo de tortura o penas inhumanas» y en ella cuestiona tanto la capacitaci­ón de los policías para su uso como el respeto al principio de oportunida­d y proporcion­alidad.

Estas armas disuasoria­s, utilizadas por varias policías locales y por los Mossos d’Esquadra, formarán parte en breve de la dotación de la Policía Nacional que antes de repartirla­s (se han licitado mil y adquirido

300) elaboró un reglamento detallado sobre su uso.

Ese uso, eminenteme­nte disuasorio, se restringe a aquellos agentes de distintas unidades que hayan superado la formación necesaria para manejar los dispositiv­os electrónic­os de control (su nombre técnico). El protocolo fija que se usarán solo para «reducir, inmoviliza­r o detener» a personas que muestren una resistenci­a activa, que tengan una actitud violenta o que amenacen con armas blancas y objetos peligrosos a los agentes o a terceras personas, o bien que intenten suicidarse. Se habla de «situacione­s de extrema y urgente necesidad« y se prohíbe que se utilicen con niños, mujeres embarazada­s, personas de edad avanzada y «personas débiles de salud».

El SUP considera que la «ocurrencia» de Podemos es «una nueva falta de respeto a los profesiona­les de la seguridad pública». Recuerda el sindicato que esos policías son los mismos que escoltan a los dirigentes del partido y protegen sus domicilios «sin que hayan prescindid­o de ese servicio siguiendo esa desconfian­za que muestra el diputado Santiago».

Dicen los agentes que Unidas Podemos evidencia, además, «un absoluto desconocim­iento de la realidad policial que resulta alarmante en un partido que ostenta responsabi­lidades de gobierno». Y lo argumentan, siguiendo el reglamento de la Dirección General de la Policía. El uso de pistolas eléctricas es una práctica operativa policial extendida en todos los países avanzados y frente a las insinuacio­nes del diputado podemita, continúan, «garantiza mucho más la seguridad tanto de los policías como de los ciudadanos, al tratarse de una herramient­a de trabajo no letal». Podemos apunta con el dedo y extiende la sospecha sobre los policías dejando además al descubiert­o el desconocim­iento del Reglamento citado, que exige informar al juez tras una intervenci­ón y grabarla «siempre que sea posible». Las Táser cuentan con un sistema de registro que permite saber qué agente la ha usado y en qué circunstan­cias.

«No necesitamo­s que un diputado nos enseñe a hacer nuestro trabajo y menos aún que lo ponga en cuestión públicamen­te», afirma el SUP en un comunicado. En la proposició­n no de ley se pide que después de cada uso haya una investigac­ión interna. Una propuesta que también responden: «Somos el colectivo funcionari­al más sometido a escrutinio (...) Pero, además, nos sometemos a un código ético, a un régimen disciplina­rio y al Código Penal. Cuatro filtros, nada menos, que, estamos seguros, garantizan que nuestro trabajo esté mucho más auditado y controlado que el del diputado de Unidas Podemos».

Con estos argumentos y el hartazgo acumulado por el continuo cuestionam­iento del trabajo policial, exigen que Interior ponga fin a estas iniciativa­s que pretenden «politizar la seguridad pública hasta niveles nunca vistos». Piden a Marlaska que lleve al Consejo de Ministros una queja formal sobre la falta de respeto de su socio de gobierno.

Uso de las Táser Podemos ha presentado una iniciativa en el Congreso para limitar el uso policial del arma

Politizar «Estas iniciativa­s pretenden politizar la seguridad pública hasta niveles nunca vistos»

J. J. MADUEÑO

El Juzgado de Instrucció­n 2 de Fuengirola, en funciones de guardia, acordó ayer el ingreso en prisión sin fianza de José Arcadio D. N., «el Melillero», por dos delitos de homicidio en grado de tentativa. El pasado martes roció con ácido a Sandra, su exnovia, y a Cristina, una amiga de ésta, en la localidad malagueña de Cártama y se dio a la fuga hasta su detención el viernes por la noche.

El líquido provocó quemaduras en el 45 por ciento del cuerpo de Sandra y en el 20 por ciento del cuerpo de Cristina. Ambas continúan muy graves e ingresadas en la Unidad de Grandes Quemados del Hospital Virgen del Rocío, en el caso de su ex, y en el Regional de Málaga su amiga.

El detenido se acogió ayer a su derecho a no declarar y sólo contestó algunas preguntas de su letrada. Después fue enviado a prisión, pero en la puerta del juzgado fue aplaudido por un nutrido grupo de personas que estaba esperando en la calle. Se llegó a escuchar el grito de «Meli, Meli» en alusión a una abreviatur­a de su apodo. Esta «cariñosa» despedida de un grupo de conocidos de unas cincuenta personas creó tensión en la zona, sobre todo con algunos familiares de las chicas rociadas con ácido que se encontraba­n allí.

El Juzgado de Fuengirola, tras tomarle declaració­n, se inhibió en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer 3 de Málaga. Además acordó también el ingreso en prisión de otros dos detenidos (hubo seis en total) por dar cobertura al sospechoso en su huida.

Uno de ellos puede eludir la entrada en la cárcel bajo fianza de 9.000 euros. Una tercera persona, una mujer, quedó en libertad provisiona­l. Están investigad­os por encubrimie­nto. El hermano del Melillero quedó en libertad sin cargos, dado que el vínculo familiar le exime de este delito.

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