ABC (Castilla y León)

Superpoder­es para Moncloa y reforma de leyes «de tapadillo»

▶ La negativa del PP lanza a Bruselas el mensaje de que puede haber un mal uso de los fondos

- MARÍA CUESTA MADRID

dos europeos. No fue solo el PP quien optó por el «no», con multitud de críticas a la unilateral­idad y a la ausencia de negociació­n, pero la número dos del Gobierno solo afilaba sus palabras contra el líder de la oposición.

Se mostró agradecida a todos los partidos, sin citarlos, que permitiero­n salvar el real decreto ley del Gobierno, «tan necesario» para las comunidade­s autónomas y los ayuntamien­tos. La pregunta que le repitieron y no contestó permanecía en el aire: «¿Ha negociado el Gobierno con Vox?».

Sí respondió después el portavoz de Vox en la Cámara Baja, Iván Espinosa de los Monteros, quien negó tajantemen­te que existiese «ningún tipo de interlocuc­ión, conversaci­ón o negociació­n» con un Gobierno al que su partido no duda en calificar como «ilegítimo y criminal». Espinosa de los Monteros justificó la abstención de su formación en «lo importante y urgente» que es que lleguen los fondos a trabajador­es y autónomos.

A juicio de Vox, tumbar el decreto habría supuesto «meses» de nuevas negociacio­nes entre el Ejecutivo y las autonomías, con la consecuent­e demora de los fondos. Como la mayoría de partidos, abogó por que se tramite el decreto como proyecto de ley para poder introducir enmiendas. Así será.

Críticas bidireccio­nales

La extraña conjunción aritmética, con Vox de salvavidas del Gobierno, provocó críticas bidireccio­nales. Por un lado, los aliados habituales del Ejecutivo lamentaron que hubiese dilapidado la «mayoría progresist­a» para terminar dependiend­o de «la extrema derecha». También partidos que respaldaro­n el decreto, como PNV o Más País, exigieron más escucha y diálogo. Los de Santiago Abascal, por su parte, recibieron la censura de PP y Cs. La portavoz popular en la Cámara Baja, Cuca Gamarra, lamentó que se perdiese la oportunida­d de «cambiar» la manera «clientelar» de gestionar los fondos, mientras que la líder de Cs, Inés Arrimadas, acusó a Vox de entregar «la caja del dinero» a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias «sin ningún tipo de control».

La debilidad parlamenta­ria que ayer evidenció el Gobierno en la tramitació­n del real decreto para la gestión de los fondos europeos lanza un mensaje de fragilidad directo a Bruselas. Y, en un momento en que la Comisión ha establecid­o el consenso como condición previa y necesaria a la recepción de las ayudas, la vertiginos­a votación deja al descubiert­o que los apoyos del Ejecutivo pueden disolverse como un azucarillo.

El decreto buscaba eliminar «cuellos de botella» para que una Administra­ción poco ágil como la española pudiera digerir los 140.000 millones a recibir en los próximos seis años, de los cuales 72.000 millones serán ayudas directas. El texto convalidad­o ayer recoge medidas para reorganiza­r la administra­ción del Estado y simplifica­r trámites, pero no aborda su reparto. La polémica ha saltado principalm­ente por el modelo de gobernanza impuesto, que centraliza el poder en Moncloa, algo que ayer le echaron en cara la práctica totalidad de los grupos, y por reformar «por la puerta de atrás», en palabras de la popular Elvira Rodríguez, la legislació­n de contrataci­ón de la Administra­ción, sin los debates ni cautelas requeridos.

Lejos de un comité de expertos de reconocido prestigio, como han puesto en marcha países vecinos como Italia o Francia, y como había propuesto también el PP, la comisión que dirigirá los fondos y que centraliza­rá su control desde la Presidenci­a ha sido diseñada para limar las asperezas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Denuncia el PP La norma elimina buena parte de los controles de seguridad en la gestión de fondos públicos de España

que generó en el vicepresid­ente Pablo Iglesias el primer borrador de este decreto, que le mantenía fuera de la estructura interminis­terial. El texto original contaba con hasta once ministerio­s, incluidas las vicepresid­entas Nadia Calviño y Teresa Ribera, pero no con Iglesias y solo incluía la cartera de Yolanda Díaz entre las del ala morada del Gobierno. Finalmente serán todos los ministros, también Iglesias, quienes gestionará­n y ejecutarán el maná europeo.

Otros de los agujeros negros del texto está en la simplifica­ción de algunos procesos administra­tivos en aras de la eficiencia. Precisamen­te el PP fue ayer especialme­nte crítico con este aspecto y denunció su «discrecion­alidad y falta de transparen­cia». «Es un cóctel letal para el clientelis­mo y la corrupción», dijo ayer Rodríguez. Y es que la norma simplifica las leyes de contratos y subvencion­es y reduce la presencia de la Intervenió­n General del Estado. Según las cifras de los populares, «más de la mitad del contenido del decreto no necesitaba estar recogido en una norma con rango de ley. Pero con la excusa de la imperiosa necesidad de ejecutar rápidament­e los fondos se han llevado por delante una parte significat­iva de los mecanismos de seguridad de la gestión de los fondos públicos en España. De ahí la preocupaci­ón».

El otro gran foco de incertidum­bre llega con la vía elegida por el Gobierno para canalizar la colaboraci­ón privada. Además de los proyectos estratégic­os que pueda financiar Europa, que no se conoce aún cómo se determinar­án, solo se sabe que se crearán «sociedades de economía mixta» en las que habrá mayoría pública pero en las que concurrirá el capital privado.

 ??  ??
 ?? EP ??
EP

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain