Nueve horas después los expertos de la OMS no dan la cara en China
La institución ve una estabilización de la incidencia en más de la mitad de Europa ▶ Comienza la misión de los 14 investigadores tras más de medio año y la cuarentena
Según la responsable de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Catherine Smallwood, el aumento de casos de infección por el coronavirus SARS-CoV-2 registrado durante las últimas semanas en España no puede atribuirse a la variante británica, más contagiosa, sino al incumplimiento de las recomendaciones sobre distanciación social en el período navideño.
En una conferencia de prensa celebrada ayer, Smallwood afirmó que «en España debe preocupar la naturaleza generalizada de la transmisión, que ocurre actualmente en todo el país pero que es más grave en las ciudades más grandes, la cual pone bajo tensión a los hospitales». La responsable de la OMS puntualizó que «se necesitará mucho tiempo para reducir estas cifras».
Para la OMS, el repunte de casos se debe al comportamiento de los españoles durante el período navideño y a la relajación de los gestos barrera durante las fiestas.
A pesar de todo, Smallwood mostró un cierto optimismo y declaró que en los últimos días los casos se han estabilizado en España y se espera que «esto se traduzca en una disminución gradual de infecciones, hospitalizaciones y fallecimientos».
Por su parte el director de la Oficina de la OMS para Europa, Hans Kluge, se felicitó por el descenso de casos de infección en numerosos países del continente europeo. El organismo calcula que, de los 53 países que forman la región europea, al menos treinta han registrado una disminución significativa de los casos de infección durante las dos últimas semanas.
Kluge advirtió que, a pesar de estos resultados, «todavía es demasiado pronto para reducir las medidas de restricción practicadas actualmente en Europa». «Hay que evitar modificar bruscamente las medidas contra la pandemia y, sobre todo, no hay que disminuir la vigilancia porque hay nuevas variantes que son altamente contagiosas».
El dirigente explicó que «abrir y cerrar, confinar y después volver a abrir en un corto plazo de tiempo es una mala estrategia» y pidió «una evolución gradual de las medidas restrictivas». Además, los esfuerzos demandados a la población deberían ir acompañados «de una particular atención a la salud mental porque los problemas mentales se van a convertir en una pandemia paralela».
«Tenemos que recurrir a todas nuestras reservas de paciencia y de resiliencia para tolerar y respetar las medidas restrictivas que se han tomado. Debemos proteger a nuestros sistemas sanitarios y evitar el caos y la tensión que podría provocar una mayor virulencia del coronavirus», argumentó Kluge.
De acuerdo con la OMS, en la zona europea hay ya 33 países que han detectado la variante británica y 16 la sudáfricana. En el continente europeo 35 países han comenzado ya las campañas de vacunación. El nivel de transmisión continúa siendo altamente elevado y los problemas de salud mental no cesan de aumentar calculándose que la mitad de los jóvenes, entre 18 y 29 años, sufren ansiedad y depresión.
Otro experto de la OMS, Santiago Mas Coma en una entrevista a Efe observó que la situación de la pandemia en España no era «nada halagüeña» y que las medidas tomadas por el gobierno eran «descafeinadas».
De los 53 países europeos, al menos 30 han registrados una disminución significativa de los casos de infección han detectado la variante británica y 16 la sudafricana, según los datos que maneja la OMS
El planeta entero llevaba más de medio año esperando la misión de los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para investigar el origen del coronavirus en Wuhan. Aguardar dos semanas más por la cuarentena obligatoria al llegar a China no era un esfuerzo. Y montar guardia desde las seis de la mañana hasta las tres de la tarde a las puertas de su hotel, como hizo ayer la Prensa internacional desplazada a Wuhan, también se podía sobrellevar porque había mucha expectación sobre su viaje.
Pero, contagiándose de la opacidad del régimen de Pekín, los 14 virólogos, epidemiólogos, médicos y veterinarios de la OMS no explicaron cuál iba a ser su agenda para las dos próximas semanas ni qué van a inspeccionar. Saludando desde su autobús, cuyo conductor iba pertrechado con un traje especial, se perdieron a toda velocidad por las calles de Wuhan para dirigirse a un «resort» de lujo en las afueras especializado en convenciones. Allí serán informados por sus colegas chinos, pese a que supuestamente ya habían aprovechado la cuarentena para entrevistarse por videoconferencia.
Se espera que visiten el clausurado mercado de Huanan, donde se vendían animales salvajes y se sospecha que se originó o propagó el coronavirus, y vayan a los hospitales para conocer a los médicos que trataron los primeros contagios con el fin de localizar al «paciente cero». Pero no se sabe si podrán entrar en el polémico superlaboratorio P4 de Wuhan, al que Trump señaló como origen del coronavirus. Aunque la mayoría de los científicos piensan que es natural, el coronavirus se ha convertido en una cuestión política que añade más presión a la investigación de la OMS.
Sus expertos se dejaron ayer llevar por el hermetismo del régimen chino en lugar de mostrar la transparencia de la que hacen gala en Twitter, donde cuelgan fotos de sus comidas, pruebas PCR y primeros atardeceres tras salir de la cuarentena, en la que aseguran haber estado tan ocupados que no han podido ni leer un libro. Como en aquel clásico del «teatro del absurdo», el mundo sigue esperando a GodOMS en Wuhan.