La jura de la Princesa, en manos de Sánchez
▶ El Gobierno tendría que adelantar las elecciones para que no coincidan con su mayoría de edad
Pero aquel acuerdo también resaltaba la dimensión jurídica del juramento «al configurarse como un acto de naturaleza constitucional que se proyectaba sobre el conjunto de las instituciones estatales y muy particularmente, sobre los restantes órganos constitucionales». Al jurar ante las Cortes, decía, «el Príncipe Heredero asume una responsabilidad institucional específica y recibe la titularidad de la misma, concretada en una vocación de Rey o Regente».
Después, el presidente del Congreso pronunció el único discurso, en el que aludió a su condición de socialista, aunque habló «institucionalmente en nombre de todos»: «Todos –dijo–, mayoría socialista y oposición, coinciden en la valoración de la Monarquía Parlamentaria como la forma política del Estado más adecuada y más racional para nuestro tiempo».
Por último, todos los asistentes se pusieron en pie para escuchar el juramento del Príncipe y, cuando concluyó, Peces-Barba afirmó: «Señor, las Cortes Generales acaban de recibir el juramento que Vuestra Alteza Real ha prestado en cumplimiento de la Constitución como Heredero de la Corona. Señorías, ¡Viva la Constitución! ¡Viva el Rey! ¡Viva España!». Y, según las actas del Congreso, los diputados y senadores corearon los «vivas» y, «puestos en pie, prorrumpieron en grandes y prolongados aplausos».
El 31 de octubre de 2023 la Princesa de Asturias cumplirá 18 años y «al alcanzar la mayoría de edad» deberá prestar juramento como Heredera de la Corona ante las Cortes Generales, en cumplimiento del mandato constitucional. Será el día más relevante en la vida de Leonor. La ceremonia debería ser similar a la que protagonizó su padre el 30 de enero de 1986, cuando juró como Príncipe de Asturias.
Sin embargo, el cumpleaños de la Heredera coincidirá con el fin del mandato del actual Gobierno –que expirará el 10 de noviembre de ese año– y, si se convocaran las elecciones para ese otoño, quedarían inevitablemente disueltas las Cámaras, por lo que la Princesa no podría prestar juramento el día de su cumpleaños ante las Cortes Generales, como establece la Constitución.
En plena campaña
En ese caso, Leonor tendría que jurar ante los 69 miembros de la Diputación Permanente del Congreso y los 35 de la Diputación Permanente del Senado. Es decir, solo ante esos 104 parlamentarios, en lugar de los 350 diputados y los 265 senadores que conforman las Cortes. Además, la ceremonia se celebraría en un ambiente enturbiado por la campaña electoral, algo poco favorable para un acto institucional. Por tanto, dependerá del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que la ceremonia se pueda celebrar con la solemnidad que requiere un acto de esa relevancia histórica e institucional, o quede rebajada y deslucida.
Obviamente el día del cumpleaños de la Princesa es inamovible, y el artículo 61.2 de la Constitución deja muy claro que ese día –«al alcanzar la mayoría de edad», dice– debe prestar su juramento. Tampoco existe la opción de convocar elecciones sin disolver las Cámaras, por lo que la única solución sería adelantar la fecha de las elecciones generales para que no interfieran en un hecho histórico que solo se produce una vez en cada reinado.
Teniendo en cuenta la duración de los plazos, los comicios tendrían que adelantarse lo suficiente para que diera tiempo a que se constituyeran las Cámaras antes del cumpleaños de la Heredera de la Corona. La Constitución establece un máximo de 25 días tras las elecciones para la constitución del Congreso y el Senado, mientras que la formación de Gobierno puede demorarse meses dependiendo de los resultados electorales. Por lo tanto, lo suyo sería adelantar las elecciones antes del verano de 2023.
El Gobierno no tiene opción de retrasar la convocatoria hasta después del cumpleaños de la Princesa, ya que la fecha límite para hacerlo antes de que expire su mandato es el 16 de octubre, de manera que ese día las Cámaras quedarían disueltas. Y es que la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General, establece que el plazo límite para convocar las elecciones es 25 días antes de la expiración del mandato.
Por lo tanto, si Sánchez no quiere deslucir el juramento de la Heredera de la Corona, tendrá que adelantar las elecciones.