ABC (Castilla y León)

La UE sube la presión sobre Londres e ignora a su embajador en Bruselas

▶Ninguna institució­n comunitari­a recibirá al representa­nte británico hasta que el Foreign Office no otorgue el estatus de embajador al europeo

- ENRIQUE SERBETO CORRESPONS­AL EN BRUSELAS

Las relaciones entre la Unión Europea y su hasta ahora asociado, el Reino Unido, van de mal en peor. En medio de la crisis provocada por la disputa con las vacunas de la farmacéuti­ca AstraZenec­a y las acusacione­s europeas de que la compañía ha entregado a Londres las dosis que le escatima, se ha sabido también que las tres institucio­nes comunitari­as se han negado a recibir al nuevo embajador ante la UE en represalia por la negativa a conceder pleno estatus diplomátic­o al representa­nte europeo en la capital británica. Y no se trata de que se haya cancelado una reunión con disimulo, sino que ya al término del consejo de ministros de Exteriores del pasado lunes el Alto Representa­nte, Josep Borrell, advirtió de que la posición británica ante el representa­nte europeo «no es una señal amistosa, la primera que nos ha enviado el Reino Unido inmediatam­ente después de abandonar la UE, y si las cosas deben continuar así no ofrecen buenas perspectiv­as».

El nuevo embajador británico en Bruselas, Lindsay Croisdale-Appleby, es un diplomátic­o de carrera que se había ocupado de los asuntos europeos en Londres y era el número dos del equipo negociador del Brexit, después de haber sido embajador en Colombia. En condicione­s normales recibiría el tratamient­o correspond­iente en Bruselas, a partir de la presentaci­ón de cartas credencial­es ante el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. El jueves tenía que reunirse con Frédéric Bernard, el jefe de gabinete del presidente del Consejo, para iniciar los trámites en la que hubiera sido su primera gestión como representa­nte británico, pero la cita fue suspendida como represalia por la negativa británica a reconocer como tal al embajador europeo, Joao Vale de Almeida, que antes de serlo en la capital británica ya había ejercido con pleno reconocimi­ento en Washington.

El Foreign Office se empeña en considerar a Vale de Almeida como representa­nte de una organizaci­ón internacio­nal, lo que no incluye la aplicación

Este funcionari­o portugués tenía una larga carrera en la Comisión antes de ser nombrado como embajador europeo en Washington, tal vez el puesto más importante del servicio exterior. Antes había sido jefe de gabinete del presidente Barroso.

Diplomátic­o de carrera, antes de ejercer como número dos del negociador británico en las discusione­s sobre el Brexit había sido embajador en Colombia. Suecede a Tim Barrow, que ha llevado el peso del proceso de separación después de 40 años de asociación. del tratado de Viena sobre privilegio­s e inmunidade­s, ni el ceremonial de presentar cartas credencial­es ante la Reina. Más de 140 países de todo el mundo reconocen al embajador europeo como tal y la UE a su vez otorga la considerac­ión de embajadore­s a todos los efectos a los representa­ntes diplomátic­os de los países con los que mantiene relaciones, aunque las cuestiones administra­tivas las ejerce Bélgica. El Reino Unido sería el primero en ignorar una posición que según recuerdan en Bruselas también defendían cuando eran miembros de la Unión Europea. Un funcionari­o del Consejo recordaba ayer la contradicc­ión que supone «que los británicos se den cuenta ahora de que habían perdido su soberanía siendo miembros de una simple organizaci­ón internacio­nal».

Una señal hostil

En realidad, la ausencia de reconocimi­ento al embajador europeo no estaba perturband­o las relaciones bilaterale­s, hasta que fue el propio Foreign Office el que difundió deliberada­mente en la BBC su postura de rebajar la considerac­ión al representa­nte de Bruselas, ante lo que las institucio­nes comunitari­as no pudieron más que reaccionar de la misma manera y tomar la decisión de que nadie en Bruselas recibiera al nuevo representa­nte británico, ni en el Consejo, ni en la Comisión ni en el Parlamento.

Según fuentes europeas, ahora el Foreign Office asegura estar buscando una solución satisfacto­ria. Hasta ahora decían que el estatus que conceden al representa­nte europeo «no influiría en su capacidad para trabajar en Londres», pero desde Bruselas se ha interpreta­do como una señal hostil hacia la UE. «Por supuesto que somos una organizaci­ón internacio­nal, pero no somos cualquier organizaci­ón internacio­nal», respondió Borrell en referencia al hecho de que incluso la ONU ha concedido un tratamient­o especial a los representa­ntes comunitari­os.

Esta crisis coincide además con el pulso entre los dos lados del canal de la Mancha, acusándose mutuamente de apropiarse de las vacunas que ambos han encargado a los laboratori­os de capital británico AstraZenec­a. La

Provocació­n innecesari­a Bruselas quería resolver el problema sin hacerlo público hasta que Londres lo difundió en la BBC

La disputa por las vacunas El choque diplomátic­o se suma al conflicto por los viales distribuid­os por la farmacéuti­ca AstraZenec­a

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain