Un talento de otra época
Bryan Gil (2001) nació para jugar al fútbol en una época en la que los regateadores, como es su caso, están en peligro de extinción, arrinconados por una creciente disciplina sobre el campo que castiga la imaginación y el atrevimiento. Pese a ello, cada vez que Bryan Gil coge el balón, su marcador se enfrenta a la tesitura de meter o no el pie, sabedor de que su rival tratará de inventarse una filigrana para resolver la jugada. En su segunda cesión en busca de minutos, ahora a las órdenes de Mendilibar en el Eibar, Bryan Gil ha terminado de explotar, confirmándose como una de las revelaciones de la Liga. Esta tarde (14.00h., M+LaLiga) se medirá al Sevilla, club al que pertenece y donde se relamen imaginando el regreso de uno de los mayores talentos de su cantera.
El culpable de su llegada al Sevilla fue un ojeador del Campo de Gibraltar que quedó maravillado con el fútbol de un chaval que no tenía ni diez años. Había crecido en Barbate, y aunque su familia era algo escéptica con su porvenir con la pelota, no dejaron escapar la oportunidad. Durante años, el padre se encargó de llevarle a entrenar a Sevilla varias veces a la semana, hasta que el bueno de Bryan Gil entró en la Residencia que tiene el club para los que siguen escalando peldaños. Tenía 14 años. Con 17, Pablo Machín le convirtió en el primer jugador nacido en el siglo XXI que debutaba con la camiseta hispalense. Comenzaba una prometedora carrera en la élite.
La temporada pasada estuvo cedido en el Leganés, donde apenas tuvo protagonismo. Ahora, en el Eibar, es uno de los fijos para Mendilibar. Quien le sigue muy de cerca es Joaquín Caparrós, que ocupó el puesto de Machín tras su destitución y con el que el jugador se estrenó como goleador en Primera. El técnico de Utrera le conocía bien de la cantera. «En el Sevilla nos dimos cuenta pronto del talento que tenía. Es un regateador, un experto en el uno contra uno. Tiene mucho desparpajo y no le pesa la responsabilidad. Asume sus errores y nunca deja de intentarlo, lo que nos llamó siempre la atención. Aunque a veces fallaba porque estaba limitado por su físico, no dejaba de intentarlo. Es algo que sigue demostrando», explica a ABC.
Su rendimiento no ha pasado desapercibido y en los despachos de Las Rozas su nombre figura entre los favoritos para estrenarse en la siguiente convocatoria de Luis Enrique. En las categorías inferiores de España es
Bryan Gil (19), extremo zurdo del Eibar un habitual y junto a sus compañeros se proclamó campeón de la Eurocopa sub 19 de 2019, escasos meses después de su debut con el Sevilla. «Aquella temporada, la de su estreno, alternó el cadete con el primer equipo, donde va demostrando todo su fútbol. Es un jugador distinto, con mucho talento,
Jugó cedido en el Eibar (2004-05) y, como Bryan Gil hoy, también estalló a las órdenes de Mendilibar
vertical y solidario», analiza Caparrós. Sin embargo, Bryan Gil no había plasmado en cifras el buen juego exhibido sobre el césped… hasta 2021. El extremo del Eibar estrenó el año de la mejor manera posible, con un doblete ante el Granada, acierto que repitió en el último partido contra el Celta. Además, Mendilibar, entrenador más de físico que de técnica, le ha arrancado un compromiso defensivo sin coartar su principal virtud: «Nos puede dar puntos y eso es importante», dijo hace escasos días.
El Sevilla espera su vuelta
Confirmado como una de las figuras a seguir de la Liga, no han tardado en surgir comparaciones. Desde Johan Cryuff, con el que incluso comparte «el peinado Beatle», hasta David Silva, quien también destacó en sus inicios en Ipurua. Mendilibar, en cambio, observa diferencias notables entre ambos, destacando que su actual jugador es un perfil más de banda, al contrario que el canario, más centrado en el campo. Sea como fuere, el técnico vasco ha dado con la tecla que viene a constatar lo que muchos adivinaron hace años: «Tenía que mejorar su condición física, pero lo está consiguiendo. No nos sorprende su crecimiento y como siga teniendo continuidad será importante en el futuro, para el Sevilla y para España. El fútbol es competir. Jugar cada domingo va a hacer que crezca, y en el Eibar, con Mendilibar, se va a acelerar su proceso», sentencia Caparrós.
«Es muy exigente y le gusta mucho el fútbol. En el Eibar, con ‘Mendi’, va a acelerar su proceso de crecimiento»
David Silva