El islamismo no cabe en las sociedades libres
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FRANCESA IDEÓLOGO DE PODEMOS Y TERTULIANO Insultos, denuestos y descalificaciones a periodistas, a medios y a la profesión en general. Nada nuevo en la monserga podemita, en busca del último «franquista» en la prensa
Sin necesidad de mencionarlo, el islamismo se sitúa en el punto de mira del proyecto de ley que ayer comenzó a debatir la Asamblea Nacional de Francia. La excusa de la ley impulsada por Macron es la defensa de los valores de la República, pero el objetivo no es otro que atar en corto a quienes desde las mezquitas o en privado tratan de imponer su credo criminal y totalitario. La libertad de culto acaba allí donde empieza la barbarie.
El ideólogo podemita criticó ayer severamente a la Asociación de la Prensa de Madrid, que, como es su deber, había amparado a los dos últimos periodistas acosados por los dirigentes populistas y sus órganos no oficiales de expresión (por llamar a aquello de alguna manera). Su vomitona de denuestos a la APM es un insulto a la profesión, ratifica el nulo valor que desde Podemos se da a la libertad de información y confirma que va a ser difícil que el discurso de Monedero se aleje de la mera contaminación acústica. No da para más. Te descuidas un minuto y ya la ha emprendido contra cuatro o cinco periodistas o ha tildado de «franquistas» a un par de medios, incluso a los que él acude como tertuliano, que le pagan por ello y que parecen encantados con tener de colaborador a un individuo que los desprecia o incluso insulta allí mismo, en directo. El día que a Monedero le salga una idea medio interesante será noticia. En el fondo de esta actitud tan hostil a los medios está su desprecio a la libertad y un alejamiento sideral de la realidad. Ayer mismo Iglesias acusaba a la prensa de ser «el brazo mediático del poder», como si él no fuese vicepresidente del Gobierno.