Aragonès intentó suspender el 14-F sin tener competencias
A modo de «spoiler», y apremiado por las circunstancias, el TSJC adelantó la semana pasada su decisión de anular el decreto con el que la Generalitat pretendía suspender las elecciones del 14 de febrero por razones sanitarias. No fue hasta ayer, sin embargo, que el tribunal dictó la sentencia y aclaró los motivos. En síntesis, concluye que «no hay una excusa de fuerza mayor que impida» celebrar el 14-F. El TSJC cree que el aplazamiento que intentó el Govern «no está justificado», y, que de consumarse, se «lesionaría el derecho fundamental de sufragio y voto».
La sentencia –que cuenta con el voto discrepante de uno de los siete magistrados– esgrime una decena de razones para el mantenimiento de la fecha electoral, que la propia Generalitat había establecido en un principio. Entre ellas, que Pere Aragonès, como vicepresidente del Govern en funciones de presidente, «no está habilitado expresamente» por una ley para suspender o aplazar elecciones. Por otra parte, no celebrarlas el 14-F llevaría a un «periodo prolongado de provisionalidad» en las instituciones, sin un Parlament constituido y con la Presidencia vacante tras la salida de Torra. El tribunal también alude a la «incerteza» sobre cuál será la situación el 30 de mayo, la fecha alternativa que manejaba el Govern. Además, recuerda que el 21 de diciembre, cuando se convocó el 14-F, era ya «previsible» el «repunte» de casos en las navidades. Además, las restricciones son ahora casi las mismas y la movilidad no esencial sigue permitida.