Acepta cinco años de cárcel por grabar a 129 modelos desnudas
▶ El exmíster Navarra reconoce que es adicto al sexo e ingresa en un grupo evangélico
«Sí, estoy de acuerdo». Con gesto compungido, Daniel Lucía, de 36 años, selló ayer en la Audiencia de Navarra el acuerdo alcanzado por las partes: una condena de 115 años por la que pasará un máximo de cinco en prisión. La Fiscalía le acusaba de grabar a 129 mujeres desnudas en su agencia de modelos de Pamplona y le imputaba delitos contra la intimidad, descubrimiento y revelación de secretos, y dos delitos de corrupción de menores. El ya condenado, elegido Míster Navarra en 2004, aceptó cabizbajo los hechos, la pena y la indemnización impuesta. Un pacto frente a las 129 aspirantes a modelo que lo habían denunciado, 54 de ellas menores y a las que grabó sin ropa y sin su consentimiento.
El juicio empezó y acabó ayer tras esa conformidad. El fiscal antes del pacto le pedía 409 años de prisión, una cifra que rebajó a 115 y de la que cumplirá cinco como máximo (el triple de la mayor de las condenas). Tendrá que hacer frente a una indemnización de 330.000 euros y a una multa de 116.040 euros, al habérsele reducido también la cuota que debía pagar y que elevaba la cifra a 780.000 euros. En los próximos días ingresará en la cárcel.
Dejaba la cámara encendida
Daniel Lucía era dueño de la agencia Dana Models Agency, creada por él y su pareja, la primera que se dedicó a formar modelos en Navarra. En 2015 fue detenido y las denuncias se fueron sumando. La Policía halló en su oficina y en su casa CD, DVD, un disco duro y un pendrive con las grabaciones de las mujeres.
Según la Fiscalía, entre 2013 y 2015 «contactaba con numerosas jóvenes» que aspiraban a ser modelos. Citaba a las chicas, las fotografiaba vestidas sujetando una pizarra con su nombre y luego les pedía que posaran en bañador. Salía del estudio, pero dejaba la cámara encendida sin que ellas lo sospecharan. Subyacía «un ánimo libidinoso», tal y como refleja el escrito de acusación, en el que se da cuenta de que Lucía conocía la edad de las mujeres (se menciona el caso de una adolescente de 15 años). Una de sus víctimas fue la conocida concursante de «realities» de Mediaset Sofía Suescun, quien ayer confesó que es una de las denunciantes y que cuando ella tenía 14 años la «tocó» y coaccionó.
Primero negó los hechos pero en 2017 durante la instrucción admitió ante el juez las grabaciones y que era un adicto sexual. No solo aportó su palabra, sino también un informe psiquiátrico de la Universidad de Navarra, que certificaba un trastorno relacionado con su adicción al sexo.
Tras pasar por el banquillo, Daniel Lucía asegura que se ha convertido en asceta y forma parte de una congregación evangélica. Ha cambiado la moda (protagonizó algunas campañas publicitarias antes de crear la agencia) por el rezo y la meditación. Ayer, le acompañó al juicio un representante de la asociación a la que dice que ahora entrega su vida, según «Noticias de Navarra». Al procesado se le han aplicado dos atenuantes: una de dilaciones indebidas por el tiempo que ha tardado en celebrarse el juicio (se instruye desde diciembre de 2015), y otra de confesión, puesto que reconoció los hechos ante el juez.