Aumento entre las mujeres
El número absoluto de cánceres diagnosticados en España ha continuado en aumento desde hace décadas por el incremento tanto de la esperanza de vida como de los factores de riesgo (tabaco, alcohol, obesidad...), aunque los datos son similares entre los países del entorno. Entre las mujeres es especialmente alarmante la tendencia al alza de su incidencia. Una de las principales razones de este continuo crecimiento de casos, como ya apuntaba el informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) de 2019, es el incremento del número de casos de cáncer de pulmón, que ha pasado a ser el tercer tumor con mayor incidencia en mujeres, después del de mama y el colorrectal, consecuencia directa del aumento del consumo de tabaco. Además, se espera que también crezcan el número de casos de otros tumores relacionados con el tabaco, como los de la cavidad oral y faringe o la vejiga urinaria, informan desde SEOM. metros del análisis era aceptable y se quedó ingresada cuatro semanas, hasta que falleció a mediados de agosto. «Hay más enfermedades que el Covid y hay que atenderlas. Si se le hubiera atendido como merecía quizá no habría muerto aquel día, seguramente se le podría haber alargado la vida», se lamenta su hermana, que encabeza una campaña de firmas para pedir al Gobierno retomar las consultas presenciales.
Lidia García perdió a su hija, también llamada Lidia, el pasado 12 de julio con 22 años. Murió sin que el oncólogo tuviera los resultados del análisis del tumor que le habían extirpado el 14 de mayo, «enviados a analizar a León porque en el hospital de Valladolid no lo tenían claro». Esta madre recuerda que en su última visita al hospital de la capital castellanoleonesa contaron al neurocirujano que a Lidia se le olvidaban cosas y se le trababan las piernas. Pero su tratamiento no podía comenzar hasta que no llegaran los resultados, por lo que hasta el día en que murió estuvo tratando su dolor de cabeza con paracetamol.
Al otro lado del teléfono, su madre aún no puede comprender cómo Lidia falleció sin tener un tratamiento adecuado, y aunque su caso junto al de Sonia y otros tantos, se encuentra en investigación por parte de la Fiscalía, pide justicia por todas aquellas veces que le preguntaron «si no sería una depresión» lo que acechaba a Lidia. Uno de sus mayores pesares será preguntarse si su hija podría haber vivido «si le hubieran hecho las pruebas adecuadas y sin precipitarse con la intervención». A los cuatro días, recuerda, ya estaba en casa, con 94 grapas alrededor de su cabeza.
De su bolsillo
Ció Lerma acaba de ser operada de un cáncer de riñón después de pagar de su propio bolsillo unas pruebas catalogadas como «prioritarias» y no «urgentes» en la Seguridad Social, por lo que fueron pospuestas. Las que tenía programadas para el mes de marzo se las pasaron a junio, y una vez que llegó el día tuvo que hacer una visita telefónica por la situación de la pandemia. «La doctora volvió a solicitar mis pruebas anuladas y me dijo que no se podían aplazar, que si en septiembre no las tenía las exigiera», cuenta a ABC Ció, de 47 años. Una vez que llegó septiembre y ante la suspensión (de nuevo) de sus análisis optó por solicitar la prueba a un médico privado.
En el TAC apareció un tumor renal, que además había que extirpar de manera urgente. «Con estas pruebas ya hechas me fui a Atención Primaria. Me dijeron que si se podía me operarían antes de acabar el año», pero la pandemia se complicó y fue entonces cuando lanzó un tuit desesperado pidiendo ayuda. Finalmente, fue intervenida con éxito el 14 de enero. Si no hubiera sido por su iniciativa, «probablemente aún estaría por diagnosticar mi caso», confiesa.