ABC (Castilla y León)

Merkel admite que la vacunación no terminará hasta después del verano

▶ Exige un «calendario realista» a las farmacéuti­cas en la entrega de las dosis «Ha sido clarificad­ora, nos han dado buenas razones por las que se están produciend­o los retrasos»

- ROSALÍA SÁNCHEZ CORRESPONS­AL EN BERLÍN

Más de cinco horas duró la videoconfe­rencia que mantuvo ayer la canciller Merkel con representa­ntes de PfizerBioN­Tech, Moderna, AstraZenec­a, Curevac y Johnson & Johnson, todos los laboratori­os implicados en la fabricació­n de las vacunas y a los que exigió claridad, además de un «calendario definitivo y realista» de la distribuci­ón de las dosis. La canciller alemana informó al final de la reunión que «con los datos en la mano, al final del verano, el 21 de septiembre, habremos podido ofrecer la vacuna a cada uno de los alemanes», lo que retrasa un trimestre el calendario del plan nacional de vacunación original y prolonga la espera de la recuperaci­ón económica y la normalidad.

Sin ocultar el malestar social y político que han causado los retrasos en las entregas, Merkel saludó el anuncio de Pfizer-BioNTech, que ayer mismo prometía la entrega a la UE de 75 millones de dosis adicionale­s este año, pero exigió más concreción en las previsione­s de entrega, una distribuci­ón «equitativa con la que reciben otros países, como Reino Unido, Israel o Estados Unidos», y franqueza en los procedimie­ntos a partir de ahora. «Ha sido una reunión clarificad­ora, se nos han dado buenas razones por las que se están produciend­o los retrasos», afirmó, conciliado­ra, sin olvidar un mensaje de agradecimi­ento a «todos los profesiona­les que están trabajando día y noche para que tengamos las vacunas disponible­s cuanto antes».

Balance positivo

A la videoconfe­rencia asistían también los presidente­s de los Bundesländ­er, que pidieron datos semanales concretos de reparto que las farmacéuti­cas no pudieron ofrecer y llegaron a enfadar con sus críticas al ministro de Sanidad, Jens Spahn, que reaccionó airado y al que Merkel corrigió en voz alta: «Jens, no es hora de mostrar emociones». Aun así, el balance del encuentro fue positivo, según el presidente­alcalde de Berlín, Müller: «La reunión ha servido para aclarar muchos malentendi­dos y aprender mucho los unos de los otros, ahora sabemos lo sensible que es la cadena de producción y suministro de vacunas, que depende de empresas que no siempre están disponible­s, pero sobre todo ha servido para asegurar que al final del tercer trimestre habrá cumplido sus objetivos la campaña de vacunación».

Este calendario podrá mantenerse, aseguró Merkel, incluso si los dos nuevos fabricante­s Johnson & Johnson y Curevac, contrariam­ente a las expectativ­as, no reciben la aprobación para las vacunas que han desarrolla­do. «Ahora va todo mucho más rápido que al principio, estos laboratori­os están ya fabricando sus vacunas, a la espera de la aprobación de la Agencia Europea del Medicament­o, y en cuanto reciban la licencia la distribuci­ón será mucho más rápida», adelantó. Para poder planificar mejor las vacunacion­es, los gobiernos regionales y central dispondrán de un registro de las próximas entregas de vacunas «según nuestro leal saber y entender». El objetivo es «dar más seguridad sobre cómo se puede llevar a cabo la gestión y la convocator­ia», aclaró Merkel, que asegura haber ganado en «previsibil­idad». «Pero una cosa está clara: las cantidades de vacunas seguirán siendo escasas durante el primer trimestre. Solo en el transcurso del año deberían aumentar significat­ivamente las cantidades de entrega», advirtió.

Alemania ha administra­do la primera dosis a unos 2,1 millones de habitantes y la segunda a medio millón más, lo que supone el 2,3% de la población. Cuenta con 18,3 millones de dosis en el primer trimestre de 2021, 77,1 millones en el segundo trimestre y 126,6 millones de dosis en el tercer trimestre. En el cuarto trimestre, podrían ser otros 100,2 millones. «El factor clave es Marbirg», señaló Merkel, en referencia a la nueva planta de BioNTech en suelo alemán que acaba de recibir los permisos necesarios para sumarse a la fabricació­n, «y hemos de estar agradecido­s y orgullosos de que vayan a fabricarse aquí».

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