La crisis enfría el mercado invernal
▶ La caída de ingresos afecta sobre todo a la Liga, que gasta casi un 90% menos en fichajes
Sin público en las gradas no solo se pierde pasión, también dinero. En apenas un año la economía mundial se ha contraído de forma violenta por culpa del coronavirus, y el fútbol, claro está, no es ajeno a esta situación. Según un estudio de la consultora Deloitte, los veinte clubes con más ingresos perderán cerca de 2.000 millones al final de esta temporada, habiendo sufrido ya un descenso de sus ganancias del 12% en la 2019-20. Con los estadios vacíos desde marzo, y todo lo que ello supone, no queda otra que minimizar la inversión en fichajes y ajustar la masa salarial lo máximo posible. El mercado invernal, cerrado ayer, es la evidencia de la crisis que atraviesa el fútbol, con una reducción del gasto en fichajes de una media del 74% en las cinco grandes ligas.
José Antonio Martín, más conocido como «Petón», socio fundador de la agencia de representación Bahía Internacional y actual consejero del Huesca, es tajante en su análisis: «Mercado inexistente. No hay dinero. El fútbol es el reflejo de la sociedad. En crisis anteriores se había tardado en percibir el efecto, pero esta vez ha sido al mismo tiempo. Es muy difícil fichar por el control de la Liga, el poco dinero que hay y la falta de posibilidades». Las cifras hablan por sí solas: las cinco grandes ligas en su conjunto han gastado cerca de setecientos millones menos en este mercado invernal que en el de hace un año. La española, en concreto, es la que experimenta una caída más acentuada, pasando de 151 millones en 2020 a apenas 20 en este 2021, lo que supone un desplome de casi el 90% de la inversión.
El descenso del gasto es generalizado después de que la inversión creciera en 2020. Hace un año destacó la Premier con 242 millones, un 19% más que en 2019. La liga inglesa, aunque también ha sufrido una caída en 2021 (un 66% menos), ha vuelto a exhibir músculo financiero, habiendo gasta
A bajo coste
Tres movimientos a destacar: Dembélé, cedido al Atlético por 1,5 millones para suplir a Costa; el «Papu», una ganga para el Sevilla por su situación en el Atalanta; y Carlos Fernández, que llega a la Real tras la marcha de Willian José do sus clubes más de 80 millones en enero. El traspaso de Benrahma al West Ham por 23 ‘kilos’ es, de hecho, el más alto de todo el continente. Le sigue de cerca la Serie A, rozando los 80 millones y un descenso del 65%. La Liga es la que menos ha gastado de las cinco.
Los fichajes más caros en España han sido Carlos Fernández, a la Real Sociedad a cambio de diez millones, y el «Papu» Gómez, al Sevilla por 6,5. En años anteriores destacaron Reinier (30), Braithwaite (20), En-Nesyri (20) o Morata (18 en concepto de cesión), operaciones cuyas cantidades reflejan una época de mayor bonanza económica.
Una ventana difícil
Estrechando el cerco a las causas de este desplome, Petón es igual de claro en su reflexión: «Que no haya gente en los estadios es definitivo. Más allá de la repercusión en las entradas y en los abonos, los patrocinadores se retraen. Y el horizonte no es mucho mejor. Prácticamente todos los clubes han solicitado aplazamientos o rebajas, o ambas, de las fichas de sus jugadores». Así las cosas, no sorprende que el mercado de invierno haya dado tan poco que hablar en comparación con años anteriores. Apenas se han producido una veintena de operaciones en España, la mayoría de ellas, alrededor del 70%, sin coste alguno. Además, fichar en invierno nunca ha sido fácil. Las plantillas se configuran en verano y, normalmente, los clubes se mueven en enero para tapar los agujeros mostrados en la primera parte de la temporada. La necesidad y las prisas no son buenas aliadas. Aun así, fichajes como los de Davids, Marcelo, Rakitic o Bruno Fernandes son la prueba de que se puede acertar. «Se suele acudir al mercado cuando hay una carencia muy evidente y no tienes más narices que fichar algo. Si te falta gol, un delantero; si te meten muchos goles, un portero. No suele ser algo habitual y muchas veces se ficha porque sí, por calmar a la fiera, hacer algo y tener caras nuevas. Es algo más psicológico, diría», analiza Petón. Unas carencias que este año han sido más difíciles de tapar que nunca. De cara al futuro, Petón considera que la Liga va a tardar más tiempo en volver a niveles anteriores de gasto que el resto de competiciones, independientemente de cómo evolucione la crisis en España: «Esto se debe a la fiscalidad. Alemania o Italia tienen más fácil atraer a jugadores por los tipos impositivos. La Liga seguirá fuerte porque está bien estructurada, pero cuando volvamos a la realidad, si nosotros no tenemos esa posibilidad fiscal vamos a tener una desventaja a la hora de fichar».