Bajan un 15% los pacientes de cáncer atendidos pese al aumento de casos
Igea pide a la UE «una respuesta eficaz» y que actúe «con transparencia y solidaridad»
«No vamos a parar la vacunación de grandes dependientes», aseguró ayer la consejera de Sanidad, Verónica Casado, quien anunció que comenzará en el momento en el que se finalice con las residencias y el personal sanitario de primera línea. Negó que, al contrario que en otras autonomías, se vaya a frenar la vacunación de este nuevo grupo, en el que están incluidos los cuidadores, ya que confía en que lleguen dosis suficientes de Pfizer-BioNTech y también de Moderna. Reconoció, no obstante, que en este caso la planificación es «muy compleja», ya que hay que inocular a los grandes dependientes que no están en residencias (entre institucionalizados y no suman 32.662) sino en sus domicilios y en una comunidad tan extensa y dispersa resulta harto complicado.
De esta forma, aquellas personas que estén en disposición de desplazarse, lo harán a su centro de salud o punto centralizado y para ello serán citados previamente. En cuando a los pacientes encamados, un equipo se desplazará a los domicilios, que agruparán de tres en tres, ya que la vacuna, una vez reconstituida, tiene una «vida» de cinco o seis horas. Sobre la vacuna de AstraZeneca y la conveniencia de que no se administre a mayores de 80 años, Casado dejó en manos de los expertos y del propio Ministerio la decisión final común para toda España.
Finalmente, la consejera destacó que Castilla y León, que ha abierto investigaciones en dos delegaciones territoriales por vacunaciones irregulares, ha administrado 143.688 dosis, el 87,5 por ciento del total de las recibidas, por lo que 51.323 personas ya recibido las dos dosis. Todo ello, añadió, convierte a la Comunidad en la primera en vacunación por número de habitantes.
Mientras, el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, rechazó ayer la existencia de «más contratos ocultos» en relación a la vacunación
Las cifras han evidenciado lo que era más que una sospecha: la pandemia ha condicionado los tratamientos y retrasado la detección de otras enfermedades. En el caso del cáncer, en 2020 se redujo un 15 por ciento el numero de pacientes oncológicos atendidos por Sacyl, hasta los 18.255, a pesar de que el número de casos fue en aumento. Lo reconoció la propia consejera de Sanidad que, aprovechando la celebración del Día Mundial
contra el Cáncer, informó de que el pasado año fallecieron por esta enfermedad 7.555 personas, lo que supone casi 20 fallecidos diarios. Con 17.786 procesos oncológicos realizados (17.597 el año anterior) y una prevalencia de 50.270 personas, Casado lanzó un mensaje de esperanza a estos pacientes para que «no se rindan» porque la situación ha evolucionado mucho en los últimos años y aunque algunos tienen mala evolución, hay otros muchos que se curan.