La moda inagotable de los culebrones
EL CINE EN TELEVISIÓN A su éxito esta semana con «El hormiguero» añade la segunda temporada de «Road Trip» en TNT
El fenómeno de las telenovelas es un río que no cesa de fluir, y los datos lo demuestran. Divinity y Nova, canales de la TDT de Mediaset y Atresmedia, nutren parte de su parrilla con títulos de culebrones, y no solo de estrenos: también se hacen eco de «clásicos» que en su momento hicieron que los clínex marcaran récords de ventas. Hace unos años –en pleno boom de «Cristal» en TVE– las tardes de la cadena pública se llenaron de estas ficciones con un éxito sin precedente. Se hicieron pequeñas «joyas» con presupuestos de risa que conquistaban al público de manera masiva. Por esa franja desfilaron «El conde de Montecristo» o «Los tres mosqueteros», entre otros títulos que aún ahora se pueden revisionar en la opción de TVE a la carta.
Antes de la llegada del fenómeno turco «Mujer» –la ficción más vista en abierto en España en 2020–, los culebrones «made in» México, Colombia, Brasil y Venezuela dominaban la parrilla. También llegaron telenovelas desde EE.UU., como «Santa Bárbara», «Belleza y Poder» o «Hospital General», sin olvidar «Dallas», «Falcon Crest» o «Dinastía». A lo largo de estos años, los ingredientes no
«Encadenada», la nueva telenovela de Divinity han cambiado: hijos secretos, malos con aromas de azufre y buenos con certificado de santidad, adulterios y grandes cantidades de secretos. También incluso hubo una hornada de telenovelas destinadas al público juvenil, como «Rebelde Way», «Agujetas de color de rosa» o «Floricienta».
En 2018, España descubrió de la mano de Nova el fenómeno de las telenovelas turcas con «Fatmagül». Le siguieron, vía Divinity, melodramas como «Kara Sevda», «Súham», «Ezel», «Medcezir», «Sila», «Elif», «Hercai»... Luego «Madre» y «Mi hija» dieron el salto al «prime time» de Antena 3. El último rincón del mundo en traer sus culebrones a España es Ucrania. Divinity estrenó este fin de semana «Encadenada», un drama ambientado en la Rusia del siglo XIX.
Ya dice Concha Velasco que no hay que dejar que te sustituyan. Y lo hemos visto en «Eva al desnudo». No es que Nuria Roca sea Eva Harrington, pero lo de esta semana en «El hormiguero» es para que Pablo Motos se preocupe. Otro efecto colateral de la peste. No ha podido presentar su programa (es suyo, suyo) en toda la semana y la audiencia no ha bajado. Esos tres millones habituales. Incluso el martes llegó a la mejor audiencia de la temporada (quinta mejor de su historia). Es verdad que «El hormiguero» es un engranaje por encima de su presentador, como «Sálvame», pero se ha demostrado por primera vez que Motos no es imprescindible (entró por videoconferencia, eso sí). Nuria Roca tuvo uno de esos días a Carmina Barrios en el plató. Y el viernes en su caravana, en la segunda temporada de «Road Trip» (TNT), donde ya estaba con Esti Quesada. Antes de que Carmina Barrios apareciera en mitad de la noche, Nuria y Esti iban de Madrid camino a Valencia, aunque ya se habían desviado a Borja para ver el Ecce Homo, para fascinación de la Pringada. Nuria tenía que estar no sé qué día en un pueblo de Valencia porque iban a inaugurar una biblioteca a su nombre. Y meditaba el discurso que iba a dar, hablando de escritoras. «Elvira Lindo, Almudena Grandes, María Dueñas…». Demonios, creía que iba a decir Virginia Woolf, Emily Brontë, Emily Dickinson o algo así.
Nuria, Esti y Carmina son un trío formidable, como lo son el dúo de Nuria y Esti, pero al programa se le ve demasiado el guión, lo forzado de muchas situaciones. Tiene gracia que Chelo García Cortés sea ídolo de Esti y que grite su nombre cuando se lanza en un artefacto entre montaña rusa y bobsleigh. «¡Viva Chelo García Cortés!». Y tiene razón Esti cuando en uno de los totales suelta: «Carmina es un escándalo y un torbellino de fantasía pura. Una puta diva de la España profunda». Bueno, en lo de la España profunda no tiene razón, es una diva de España. A secas. Pero lo mejor lo dijo Carmina de Nuria y resume lo que ha pasado esta semana: «Escribe libros, presenta, es buena madre, es guapa. Qué hija de la gran puta».
Mejor audiencia «“El hormiguero” es un engranaje por encima de su presentador, y se ha demostrado que Motos no es imprescindible»