La campaña electoral alemana amenaza la estabilidad en la UE
▶ La confrontación entre socialdemócratas y democristianos en Berlín llega a Bruselas
La estabilidad en las instituciones europeas está basada en una entente entre las dos grandes familias políticas tradicionales, los populares y los socialdemócratas. Durante la última década y media, esta ha sido también la fórmula de gobierno en el país más importante de Europa, Alemania, una convergencia que ha servido para que la Unión Europea atravesase sin grandes turbulencias la crisis financiera de 2013 y que hasta ahora había funcionado también para construir los preparativos de la reconstrucción del continente. Sin embargo, la proximidad de la campaña para las elecciones alemanas de septiembre empieza a erosionar este panorama de sosiego.
El síntoma más evidente de esta tendencia fueron las palabras del ministro alemán de Finanzas y vicecanciller, el socialdemócrata (SPD) Olaf Scholz, atacando con una virulencia inédita la gestión de la presidenta de la Comisión en la compra conjunta de vacunas, a la que se refirió sin disimulo diciendo que había sido «una auténtica mierda», «un desastre» y «una desgracia» que Berlín «no puede permitir que se repita».
Algunos dirigentes políticos han han expresado opiniones parecidas debido a la angustia que se produjo cuando algunas farmacéuticas, como la británica AstraZeneca, anunciaron unilateralmente que reducirían el numero de dosis que suministrarían a la UE. También se le reprochó que en su estrategia para presionarla la Comisión ignorase las repercusiones sobre el delicado asunto de la frontera irlandesa cuando estableció un control de las exportaciones de vacunas. Pero en general, los análisis más sosegados de la gestión de Von der Leyen han sido más que elogiosos. Dolors Montserrat, antigua ministra de Sanidad en España y ahora eurodiputada popular, cree que es cierto que la Comisión «debería hacer mayores esfuerzos en la transparencia de los contratos con las farmacéuticas porque esto permitirá que se pudiera exigir a quien incumpla que cumpla con sus obligaciones, pero hay que tener también en cuenta la enorme dificultad de una operación como esta que supone la compra colectiva de millones de vacunas. Pero hasta ahora ha reaccionado con rapidez para garantizar un aumento del número de vacunas que llegarán en las próximas semanas y Von der Leyen se ha reunido con los grupos del Parlamento Europeo para dar las explicaciones pertinentes. Creo que la reacción ha sido positiva. Hay que destacar la importancia de haber logrado las vacunas para todos los europeos en igualdad de condiciones. En caso contrario, habríamos entrado en una guerra de compras entre los países, por tanto en un nacionalismo sanitario, que habría sido muy negativo para todos». La propia Merkel ya había dicho también que por encima de los problemas no quería «ni imaginarme» cómo habrían sido las cosas sin una gestión conjunta por parte de la Comisión.
Las críticas del SPD a Von der Leyen no son nuevas sino que desde su nombramiento en 2019 estuvieron en contra de alguien a quien consideraban la «candidata inapropiada». Ahora, cuando las elecciones de federales previstas para septiembre se acercan, las relaciones en el seno de la Gran Coalición se van a hacer cada vez más ásperas, sobre todo porque las dos fuerzas son conscientes de que sería una catástrofe que tuvieran que repetir la fórmula y dejar a los extremistas de uno y otro lado como los únicos símbolos de cambio.
Sin Merkel
Merkel no se presentará y su popularidad es tan alta que las críticas no tienen mayor efecto, pero su ministro de salud de la CDU, Jens Spahn, están siendo objeto de un fuego cada vez más intenso por el ritmo del despliegue de la vacuna en Alemania, y esto rebota nuevamente los disparos hacia Bruselas. Para los analistas de la capital comunitaria, más importante aún será la perspectiva de una legislatura alemana en la que democristianos y socialdemócratas van a estar enfrentados constantemente, lo que tendrá sin duda repercusiones directas a la hora de lograr mayorías estables en el Parlamento
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen
Europeo en las que las dos grandes fuerzas son imprescindibles.
Aunque Von der Leyen tiene el apoyo de los principales gobiernos, incluyendo el eje franco-alemán, la presidenta de la Comisión se ha tenido que defender en la prensa, sobre todo en la alemana, tratando de contener la expansión del malestar. Este fin de semana participó en un foro virtual y dijo que las dificultades en el suministro de vacunas no dependen de su gestión sino de que existe «una escasez global de componentes importantes que se necesitan en la fabricación de vacunas» y aunque reconoció que este problema estaba resultando «doloroso» para todos, devolvió la pelota hacia los propios gobiernos a los que reprochó haber transmitido un exceso de optimismo en las previsiones de sus propias políticas de lucha contra la pandemia. «Si todos hubiéramos sido conscientes en esos momentos de los riesgos que implica el lanzamiento de una producción en masa de un medicamento complejo, entonces habríamos moderado las expectativas de las campañas de vacunación».
Montserrat «La Comisión ha logrado vacunas para todos los europeos y ha evitado la guerra de compras»